febrero 03, 2014

Chuck Berry


Pregunta: ¿a quién acudieron The Beatles y The Rolling Stones con el fin de encontrar las canciones de sus primeros discos? Respuesta: a Chuck Berry. Y ¿quién es, aún hoy, definido como el "santón" del rock'n'roll? También Chuck Berry, naturalmente. ¿Quién habría podido oscurecer la fama de Presley, si hubiera nacido con la piel color leche y no color café? También Chuck Berry, por supuesto. Chuck Berry es una paradoja en la música juvenil de los últimos años. Pero también es un personaje fundamental, un imparable creador de estribillos, un lunático fundador de corrientes y estilos, un terrible hombre-espectáculo, que siempre ha seguido su camino sin preocuparse demasiado por los reconocimientos formales sino buscando, y obteniendo, dinero, éxito y mujeres. Entre 1950 y 1960 grabó canciones legendarias, demostrando poseer una vitalidad excepcional. Ha cantado los amores juveniles, pero con la madurez y la astucia de quien, pasados los treinta años, miraba también la solidez de las cosas. Abundan las anécdotas sobre su condición de cobrar en dinero contante y sonante antes de cantar en cualquier escenario, sin duda en recuerdo de alguna fuga de los organizadores, huidos con la caja mientras él tocaba 'johnny B. Goode' en el escenario. Para Berry, la música siempre ha sido sólo un asunto de dinero y de corazón. Su genialidad está precisamente en esto: en haber encontrado la forma de que estén de acuerdo sus dos almas.

Según recuerda el bluesman Al Kooper, que acompañó a Berry en sus conciertos: "Era un líder duro, extremadamente profesional. No quería hacer amistad con nadie. Sólo decía: Todo lo que debes hacer es mirar mi pie. Cuando lo levante, prepárate. Cuando lo apoye, si estabas en silencio, toca; si estabas tocando, para'". Maníaco, codicioso, bueno, Berry es un cúmulo de contradicciones. En un mismo año ha logrado tocar para el presidente Cárter y ser encarcelado por evasión fiscal. Se ha peleado con todo el mundo musical y gasta mucho dinero en sistemas de seguridad por miedo a un atentado. Chuck Berry, que durante algunos años ha cambiado su fecha de nacimiento, nació en San José, California, el 15 de enero de 1926. Durante la Depresión, la familia se trasladó a St Louis donde Chuck empezó a cantar en la escuela. Las noticias sobre su adolescencia son bastante confusas; se sabe que durante un tiempo trabajó en una fábrica de coches, después fue detenido por robo, pasando un tiempo en el reformatorio, y finalmente se convirtió en peluquero. Pero en 1955 la pasión por la música se vuelve más explosiva y Berry graba algunas canciones y parte hacia Chicago con el fin de hacerlas escuchar a los ejecutivos de las compañías discográficas. En Chicago encuentra a su ídolo, Muddy Waters, con el cual Berry toca alguna noche. Gracias a las recomendaciones de Waters, consigue un contrato discográfico con Chess, entonces una firma vanguardista de música negra.

Así recuerda Berry sus inicios: "Me dijeron que llevara las canciones para grabarlas. Tenía una pequeña grabadora de 79 dólares y grabé seis canciones con músicos sacados de quién sabe dónde. Después llevé la cinta a la Chess. Una de las canciones era 'Maybellene' y otra era 'Wee wee hours'. Dos semanas después me hicieron grabar unas nuevas versiones de aquellas canciones con la ayuda de unos buenos músicos de Chicago y así fue como comenzó todo". 'Wee wee hours' era un blues muy lento mientras que 'Maybellene' era una verdadera novedad: una canción country tocada al estilo del rhythm and blues. Los ejecutivos de las discográficas apostaron por 'Maybellene' y, con ayuda de algunos disc-jockeys, entre los que estaba el famoso Alan Freed, las radios empezaron a transmitirla. El público entró así en contacto por primera vez con el huracán sonoro de Berry. A partir de la famosa introducción guitarrística, 'Maybellene' tiene, efectivamente, todas las características que después harán famoso al músico de color, como los textos, verdaderos trabalenguas, y el ritmo. "Es matemático -ha declarado siempre Berry- Si hay ocho tiempos en dos hileras, puedes cantar dieciséis sílabas, pero es preferible cantar quince así te queda algo de tiempo para respirar". Desmontando el mecanismo musical de Berry encontramos un poco de todo: música country, rock'n'roll muy puro, blues e incluso, como él mismo admitió, canciones melódicas de Frank Sinatra.

Los siguientes singles de Berry van más encaminados hacia el blues que hacia el rock y su público de adolescentes. Así se explica el parcial fracaso comercial de canciones como 'Thirty days' y 'No money down'. Esta última, moldeada sobre el famoso tema 'Hoochie coochie man' de Muddy Waters, está considerada como una de las mejores canciones escritas por Berry; sobre todo el texto, fluido e irónico, es una pequeña obra maestra de poesía urbana y de denuncia social. Para hacer diana y volver al éxito comercial, Berry decide publicar como disco nuevo 'Roll over Beethoven', donde manda su guitarra, literalmente enloquecida en la introducción. A pesar de esto, es uno de los temas más bellos de los escritos por Berry y uno de los más versionados. Berry se convierte así en "el poeta del rock'n'roll". Con frecuencia, este aspecto ha sido infravalorado, considerando a Berry sólo bajo el punto de vista de la gracia rítmica y melódica. En realidad sus canciones eran también un grito de alarma, una señal de peligro, una llamada de atención sobre el camino que la sociedad americana había tomado; una vía que había desembocado en el consumismo, en la falta de ideales y de valores. Ciertamente, el "sermón" no venía de un pulpito inmaculado, pero el público mostraba atención. Después siguieron en cadena temas como 'Johnny B. Goode', sin duda "la canción rock por excelencia", 'Rock'n'roll music' y 'Too much monkey business'.

La popularidad de Berry se extiende y participa en grandes espectáculos televisivos, giras y películas; aparece en películas como 'Jazz on summer's day', 'Go Johnny go' y 'Rock, rock, rock'. Invierte las ganancias en el proyecto de "Berry Park", un área de Wentsville, Missouri, que debía comprender un hotel, una piscina, un parque de juegos y otras estructuras similares. Pero, en 1959, aparecen algunas nubes en el horizonte. Berry tiene grandes problemas con la justicia, acusado de la violación de la ley de Mann al haber llevado ilegalmente a una menor a Texas y Missouri y haberla obligado a trabajar en un night club. Después de un primer juicio, anulado por los innegables prejuicios raciales manifestados en su curso, un segundo juicio lo condena y en 1962 entra en prisión por dos años. Mientras Berry está entre rejas, sus canciones siguen volando alto y precisamente a él se refirieron algunos jóvenes que en el transcurso de unos pocos meses cambiaron el rumbo del rock. En efecto, The Beatles y The Rolling Stones, grabaron temas como 'Rock'n'roll music', 'Roll over Beethoven', 'Come on', 'Route 66', 'Bye bye Johnny', 'You can't catch me', 'Down the road apiece'. También The Yardbirds, con 'Too much monkey business', y The Animals, con 'Memphis Tennessee' y 'Around and around', demostraron que la genialidad de Berry había sido fundamental para el rock. Cuando el músico sale de la cárcel se zambulle en la música; para olvidar el pasado, niega haber visto una cárcel por dentro.

En la segunda mitad de los años sesenta graba un nuevo puñado de canciones cautivadoras como 'Nadine', 'No particular place to go', 'Promise land', 'You never can tell', 'Little Mane', 'I want to be your driver', 'Come On', 'Brown Eyed Hand some Man', 'You Came A Long Way From Saint Lowis'. A finales de los 60, Berry parecía un espléndido superviviente; junto a Elvis Presley y Jerry Lee Lewis había contribuido a inventar el rock'n'roll, pero ahora nuevos héroes estaban en escena con productos más sofisticados. Y ciertamente no bastaba su famoso "duck walk" (paso de ganso) para sostener la escena. En ese período, Berry se entrega mucho al público; frecuenta el ambiente de los amantes del viejo rock'n'roll; cuida mucho su aspecto y su bigote aún espeso, viste camisas vistosas y pantalones con pata de elefante, preferiblemente blancos. Así declaró a la revista Rolling Stone hace algunos años: "Trabajo mucho en solitario. No tengo mi grupo, voy a donde me llaman, donde encuentro un grupo de músicos locales. Habitualmente tocamos durante una hora, a veces más y otras menos. No hay grandes problemas, muchas de mis canciones son parecidas, no se necesitan grandes explicaciones. De esta manera puedo llegar al lugar del concierto en el último momento y volver a irme en seguida. Naturalmente, tras haber cobrado". Pero a pesar de la vertiginosa sucesión de conciertos no faltaron los momentos de buena música.

En 1972, con un grupo de músicos ingleses, graba el inmejorable álbum 'London session': una cara está grabada con la sección rítmica de Faces, mientras que la otra es la grabación de un concierto llevado a cabo en el Lanchester Arts Festival que también contiene una sexy 'My-ding-a-Ling' que logró honrar a Berry, después de muchos años, con un nuevo disco en la cúspide de las listas de éxitos. Después de 'London session', el nombre de Berry vuelve al Olimpo del rock. Aún tenaz e imparable, a pesar de su edad no muy tierna, ayuda a alimentar su propio mito tocando en giras alrededor del mundo, realizando antologías discográficas y subrayando el número cada vez mayor de músicos que se han cimentado con sus canciones: David Bowie, E.L.O., Jimi Hendrix, Dr. Feelgood, Sex Pistols. Recientemente su popularidad se ha visto afectuosamente testimoniada en películas como Regreso al futuro y Howard (esta última con una divertida versión del famoso "dude walk', pero sobre todo con la película Hail! Hail! Rock'n'roll, inspirada en su música y con una banda sonora producida por el "maléfico" Keith Richards, con invitados del calibre de Linda Ronstadt, Julian Lennon, Eric Clapton, Robert Cray y Etta James. Un justo reconocimiento para un artista genial, caótico, astuto y olvidado demasiado pronto por el gran público.

Pagina Oficial:
http://www.chuckberry.com/