El grupo más intelectual y más comprometido políticamente en los finales del franquismo fue, hasta cierto punto, una creación del productor y cantante Manolo Díaz, que, sin militar en ningún momento en la formación, fue su componente más decisivo. Hay que situarnos en el hervidero socio-político que era la Universidad Complutense a finales de los 60. Grupos de folk comoNuestro Pequeño Mundo, con mogollón de chicos, chicas y guitarras, actuaban cada semana. El exiliado Paco Ibáñez enviaba desde París discos y cintas en los que cantaba con su voz áspera a los poetas españoles, grupos más políticos que musicales como Ensayo I hacían lo propio casi desde la clandestinidad. En ese caldo de cultivo, era lógico que se formase un grupo numeroso que bebía en las fuentes estilísticas del folk, pero que se dedicó desde el principio a poner música a las palabras por entonces semiprohibidas de León Felipe, Rafael Alberti y otros poetas vinculados a la ideología comunista. Los primeros componentes del grupo consolidado fueron: Juan Carlos Ramírez, José María Jiménez (voces y guitarras), José Luis Heras yLuis Díaz (cantantes masculinos), Rosa Sanz, Teresa Aranguren y Carmen Sarabia (cantantes femeninas). Pero la verdadera nota distintiva la ponía José Antonio Muñoz (rapsoda), que recitaba la poesía como aldabonazos a las conciencias de los oyentes y que llenaba el escenario con su voz convincente. Pronto Juan Carlos Ramírez abandona el grupo, siendo sustituido por Luis Gómez-Escolar.
Manolo Díaz les va a conseguir un contrato en el recién creado sello Acción, fundado por la Cadena SER. Allí editarán en 1969 su primer single, "Poetas Andaluces" (Acción, 1969), sobre un poema de Rafael Alberti, por aquel entonces exiliado en Roma. Contra todo pronóstico, el disco trepa hasta los puestos cabeceros del hit parade y enseguida tiene continuación con el LP"Cada Vez más Cerca" (Acción, 1970), con poemas de Federico García Lorca, Rafael Alberti y Blas de Otero. La estética era radical y no pasaba desapercibida en las tiendas de discos: portadas en blanco y negro y, en el caso del long play, simulando ser un periódico con la foto del represaliado Alberti ocupando la portada, o apariciones en directo siempre vestidos de negro con jerséis cerrados hasta el cuello. Muchos de sus temas son censurados, pero es igual, ya son bandera de la contestación política universitaria. Enseguida un nuevo LP los reafirma, "Apocalipsis" (Acción, 1971), con canciones-poemas tan importantes como "El niño ha muerto" o "La niña de Hiroshima".
En 1972 Aguaviva publicó "La Casa de San Jamás" (Acción, 1972), con el que vuelven a sus orígenes estilísticos y en el que ya se incluyen bastantes temas compuestos por los miembros del grupo y su productor, Manolo Díaz.
En la Europa democrática se celebra al grupo que está plantando cara a la dictadura y son invitados a participar en el Festival de San Remo de 1971 -volverán en años posteriores- y el Festival Midem, en Francia, en 1972. Mientras tanto, sus discos siguen vendiéndose muy bien. Flirtean con la música progresiva en "Cosmonauta" (Acción, 1971), una de las más extrañas conjunciones de su época, que causó estupor en su momento entre los seguidores del grupo. En estos LP las letras de los poetas van siendo sustituidas por composiciones de Manolo Díaz y otros componentes del grupo.
Y hablando de componentes del grupo, la variabilidad de la formación es como para volver loco a cualquier biógrafo, pues los cambios se suceden de forma natural de un día para otro. A riesgo de dejarnos alguno sin nombrar, por Aguaviva pasan voces como las de Paola y Cristina Bengoa, Miguel Labrada, Nena Larrea, Honorio Herrero, Luisa López, Ana Fernández Villaverde y Juan del Valle, más el bajista de toda su trayectoria, José María Panizo. Durante un tiempo también incorporaron la magistral guitarra eléctrica de Johnny Galvao, que procedía de Los Buenos, para luego ser sustituido por Francis Cervera, después por Julio Seijas y, más tarde, por Luis Miguel Villavicencio.
Los componentes de Aguaviva van renovándose con los años y al grupo llegan nuevos nombres como los de Pepe Egea,Mirián Moreno, José Manuel Llanes, Rogelio Lorenzo y Virgilio Fernandez.En 1975 publican el LP "Poetas Andaluces de Ahora" (EMI, 1975). Varios componentes del grupo, entretanto, han iniciado nuevos caminos. Grupos como La Compañía o La Charanga del Tío Honorio se nutren de los ex componentes de Aguaviva, que van a tomarse un respiro. Pero vuelven dos años después para facturar otro de sus LP imprescindibles: "No Hay Derecho" (EMI, 1977) que supone una revisión en clave crítica a los momentos políticos de la Transición que el país estaba viviendo.
Cierran una brillante trayectoria con el LP conceptual "La Invasión de los Bárbaros" (Edigsa, 1979), con producción de José Nieto y un nutrido acompañamiento orquestal.
Una carrera que compaginó la canción, la poesía e incluso el teatro, pero siempre con una actitud crítica y reivindicativa hacia el mundo apasionante y cargado de cambios que les tocó vivir. Hoy, Aguaviva, es sinónimo de calidad y de búsqueda de la libertad en todos sus aspectos. Uno de esos grupos imprescindibles en la historia de la música española que marcaron la pauta y crearon un estilo que aunaba la mejor poesía con una música que era mucho más que un simple envoltorio para la palabra.