En un presente en el que parece que hay una tendencia generalizada a la prospección en los orígenes, en el que Los Planetas miran sus raíces flamencas en “La Leyenda del Espacio” (RCA, 2007), Nacho Vegas en las asturianas con el proyecto “Lucas 15” (Lloria / PIAS, 2008), me parece necesario revisar la figura de Andrés Lapique do Barro (Ferrol, 1947 - 1989), conocido artísticamente como Andrés do Barro, uno de los primeros cantantes que utilizó el gallego durante la dictadura franquista, y aunque en cierto modo parece que quedó en un segundo plano, quedando su legado reducido a descuidados discos recopilatorios, su figura es muy importante para entender el desarrollo de la escena gallega, ya que en él está el génesis del pop en Galicia.
Un pop meláncolico y atemporal con tintes folk que con el paso del tiempo ha ido ganando frescura. Hoy es reivindicado como una referencia ineludible de la música gallega, como un icono pop, reivindicándose también su modernidad, su labor pionera en la fusión de la música popular con el pop para erigirse en un “neotrovador del siglo XX”, como lo definió Xavier Álcala, gran amigo de Andrés y colaborador en canciones como “Teño saudade”. Así, surgieron a lo largo del 2007 iniciativas como el Manifiesto del Dobarrismo, disco homenaje incluido, “Manifesto Dobarrista: Un Disco Tributo a Andrés do Barro” (Falcatruada, 2007), en el que intervienen hasta treinta grupos de la escena indie gallega actual, destacando a The Homens, Los Iribarnes,Quant, Niño y Pistola, Safari Orquestra, Fanny + Alexander y Todo el Largo Verano. Y se ha estrenado el documental sobre su vida “O Tren Que Me Leva” (2008) producido y dirigido por Anxo Fernández.
Andrés Lapique do Barro nació en Ferrol el 1 de octubre de 1947. Hijo de Nicolás Lapique y Consuelo do Barro, era el sexto de los siete hijos de un coronel de Intendecia de la Armada. “En mi vida ha habido dos elementos importantes: el mar y la familia. En mi familia, hay una tradición marinera muy arraigada. Tengo hermanos, padre, tíos, abuelos… bisabuelos marinos. Gente de mar, gente viajera. También emigrantes, que se fueron a América, que necesitaban cruzar el océano, no porque necesitasen salir de casa para poder vivir. Yo estudié la carrera de marino mercante. Me queda una asignatura para acabarla. Un buen día dije “¡zas!”. Y la dejé. No era lo mío. Quizá por eso no me hice marino de guerra. Me faltaba convicción. En mi familia el golpe no encajó bien. Fue un descalabro. Mi padre pensó que yo buscaba hacer el vago y el calavera… Ahora ya se ha dado cuenta de que la canción, con seriedad profesional, es importante y puede llenar una vida. Es muy vocación: componer canciones y cantarlas” declaraba Andrés a Pilar Urbano, en una temprana entrevista en la revista Mundo Joven (16 de enero de 1971).
Su primera grabación, el EP "Por Non Poder / A Uns Ollos Verdes / Homes / Deixa Que Chova" (RCA, 1968), no tiene mucho éxito. A pesar de ser un trabajo prometedor, el disco no se promociona en absoluto y por tanto, las ventas son escasas. “RCA nunca creyó en mí. Mi primer disco cayó en el vacío. Muchas tiendas ni lo pidieron por ignorar su existencia… Grabé con un presupuesto ridículo. Me llevé muchos disgustos” comentaba en la misma entrevista a Pilar Urbano. Se venden unos trescientos ejemplares, pero tras el éxito de “O tren”, se produce un repunte, vendiéndose todo el material que RCA tenía en el almacén, en torno a 2000 copias.
Todo cambia el 3 noviembre de 1969, día señalado en el que aparece el single que contiene “O tren”, entrando directamente al número uno en España, y siendo la primera canción en gallego en conseguirlo. Posteriormente Siniestro Total, harían una versión que incluirían en el disco “Siniestro Total II (El Regreso)” (DRO, 1983). Es importante destacar que no utilizó el gallego como arma política, sólo buscaba, como afirma en su primer disco, dignificar su idioma materno, reivindicar un lugar para el gallego en la música popular: “Me llamo Andrés Lapique do Barro y os presento unas cuantas de mis canciones. Hoy son en gallego porque así las he sentido y porque quiero colaborar con todo interés y cariño a dignificar mi idioma materno, caído durante muchos años en el más cruel menosprecio”. Tampoco buscó la popularidad, sino que ésta le vino por accidente y quizá no fuera capaz de asimilarla.
Utilizó un pop contagioso con reminiscencias folk en el que su voz transmite emociones, y su delgada figura fragilidad, como un Tim Buckley gallego, con ojos tristes y mirada desvalida. Así, tras varios reveses y encontronazos con discográficas debidos a la utilización del gallego, llega su oportunidad de la mano de RCA, tras un primer contacto con la discográfica catalana EDIGSA. Se publica "Me Llamo Andrés Lapique do Barro” (RCA, 1970) y rápidamente se convierte en un ídolo con temas como “O tren”,“Corpiño xeitoso” y “San Antón”.
El repentino e inesperado éxito que llegó con “O tren”, lo lleva al cine en "En la Red de Mi Canción (Mariano Ozores, 1971), junto aConcha Velasco y Los Sprinters - su banda de acompañamiento-, en una aventura cinematográfica que fracasó y en la que fue doblado por un actor de doblaje profesional, aunque su canciones mantenían su voz. Este mismo año sale ¡Pum! (RCA, 1971), consolidándose con temas como “Pandeirada” y “Meu amor”.
Tras cambiar por completo los músicos que lo acompañan -sólo repite el batería Chupi- publica su último disco, "Andrés do Barro” (Belter, 1974), y esta revolución también afectó a su música, que ya poco tiene que ver con sus discos anteriores, volcándose en la canción ligera y perdiendo esa frescura que lo acompañaba, perdiendo, por tanto, su esencia.
En 1976 vino el silencio, un profundo silencio que terminó el 22 de diciembre de 1989 con su muerte en Madrid a consecuencia de un tumor hepático. Finalmente como cantaba años atrás, hizo su casa en el cielo. Podríamos entrar en el malditismo, hablar de drogas y alcohol, de su declive en México -en donde residió hasta el 80-, pero considero que de lo que debemos hablar es de su música, ya que ese es el gran legado que nos dejó. Póstumamente, saldrían los recopilatorios "A Saudade Na Memoria" (BMG, 2001) y “Todas Sus Grabaciones En RCA 1969-1972” (Rama Lama, 2003), un doble CD que recoge todas sus grabaciones en esta compañía.
En 2015 se publica la biografía oficial de Andrés do Barro: "Saudade. Andrés do Barro: El Músico que Llevó el Pop Gallego al Número Uno de Ventas" (Lafonoteca, 2015). Un trabajo de Fernando Fernández Rego que cuenta con el prólogo del hijo mayor de Andrés, Andrés Lapique López.