febrero 06, 2014

Van Morrison


Es increíble como un personaje tan esquivo, tan poco disponible para compromisos, tan poco comercial como Van Morrison es, desde todos los puntos de vista, uno de los personajes más estimados, más admirados y tomados como ejemplo por los conocedores del rock, que reconocen en él grandes dosis de sinceridad, elegancia, pasión y afecto. Primero con Them y después en solitario, Morrison ha recorrido senderos desolados, ásperos, melancólicos. No ha sido nunca un investigador; sin embargo, algunas de sus invenciones y exploraciones aún hoy son tomadas como modelo y utilizadas como piedra de toque. No es una casualidad, por ejemplo, que precisamente uno de sus discos, el inmortal 'Astral weeks', más de veinte años después de su realización, sea todavía votado por los críticos como uno de los mejores álbumes de toda la historia del rock. Y cuando sus discos aparecen en el mercado el grupo de sus admiradores se encuentra unido para elogiarlo, para tejer la trama del amor y de la emotiva comunicación que constituye la esencia misma de la música de Morrison. Y pensar que tras los años intensos y veloces con Them muchos lo daban por muerto. Con Them, Van Morrison había llegado a cotas de popularidad impensables para alguien como él que llegaba de la periferia (de Belfast) y había llegado al beat después de haber pasado su infancia escuchando música jazz y soul.

Pero su voz desgarradora y potente se convirtió en uno de los símbolos del Londres de los años sesenta. Them grabó canciones fundamentales como 'Baby please don't go' y, sobre todo 'Gloria', bandera de una generación que ha seguido ondeando a través de los años. Superar la etapa de Them no fue fácil y, mientras el grupo continuaba su actividad en America, Morrison atravesó uno de sus muchos momentos de reflexión. A los 21 años, Morrison (nacido en Belfast el 31 de agosto de 1945) ya llevaba a sus espaldas una larga carrera como músico, había tenido problemas con contratos y mánagers, y su carácter receloso no le servía de gran ayuda. Estaba en su casa cuando el productor Bert Berns le proyectó una gran carrera como solista. El primer single de Morrison como solista se titulaba 'Brown eyed girl', e inmediatamente fue besado por la fortuna, ya que llegó hasta los primeros puestos de las listas de éxitos americanas. Este éxito generó no pocas ambiciones en el músico, que volvió a encontrarle gusto a la música, a componer nuevos temas, a realizar grandes proyectos y a emprender una gira de conciertos. Pero en seguida surgieron los primeros problemas con Berns, quien, sin decir nada al músico, recogió algunas de sus canciones en un álbum y lo publicó bajo el título de 'Blowin' your mind', para aprovechar el buen momento publicitario. Esto creó tensiones entre Morrison y Berns, y sólo la paciencia y las dotes diplomáticas de este último convencieron a Morrison de volver a trabajar para un nuevo álbum.

Pero este disco no vio la luz hasta 1970, porque Berns murió de improviso, liberando a Morrison del contrato. El material grabado en aquella época se publicó en los años setenta: en particular, el álbum 'This is where I came in' (de 1977) recoge las quince canciones grabadas por Morrison para Bang Records. El primer disco verdadero de Van Morrison como solista es el mítico 'Astral weeks', uno de los álbumes más importantes de la historia del rock. Cuando apareció pasó casi desapercibido, tanto para el público en general como para sus seguidores, que no se impresionaron por él. 'Astral weeks' es uno de esos momentos de perfecto equilibrio entre forma y contenido, entre la personalidad del artista y la sensibilidad de su tiempo. Como 'Blonde on blonde' de Bob Dylan, como 'Sgt. Pepper's...', de The Beatles, como 'Born to run', de Bruce Springsteen, este álbum de Van Morrison constituye un momento destinado a durar para siempre más allá de las modas faciles. Dividido en dos partes ('In the beginning' y 'Afterwards'), 'Astral weeks' contiene ocho canciones, todas perfectas a pesar de sus diferentes planteamientos. Mezclando rock, folk, baladas irlandesas, instrumentos de jazz e instrumentos de viento típicos del soul, Morrison agranda los confines del rock, lo apuntala con una cultura y sensibilidad más complejas, sitúa al oyente frente a una "canción" que de un momento a otro puede transformarse en poesía, en pintura o en cine.

La romántica 'Madame George', la impetuosa 'The way young lovers do', la reflexiva 'Beside you', hasta llegar a la estratosférica 'Astral weeks', todas son canciones que expresan perfectamente el espíritu de los veinteañeros de aquella época: el deseo de poesía y de dulzura, el ansia de renovación del mundo. El disco se convirtió en el manifiesto de la "contracultura", y sus ventas empezaron a ascender progresivamente. Tras la aparición de 'Astral weeks', Morrison se trasladó a Woodstock y prosiguió su búsqueda "ecologista". En 1970 publicó 'Moondance', derivación directa del anterior álbum pero más accesible al público y que, efectivamente, le granjeó un gran éxito. En el interior del disco se incluye una fábula escrita por su mujer, Janet Planet, su musa en aquella época. Morrison se sentía un hombre feliz, un músico seguro y original, y canciones como 'Crazy love', 'Caravan', 'Into de mystic' lo atestiguan. La estrofa inicial de 'Crazy love' es muy indicativa: "Puedo sentir el latido de su corazón cuando miles de millas nos separan/ Y el paraíso se abre cada vez que sonríe/ Cuando soy suyo siento que le pertenezco/ Corro hacia ella como un río/ Ella me da amor, amor, loco amor". Y tras la delicada atmósfera de 'Crazy love' llega la tórrida impetuosidad de 'Caravan', que en los conciertos se transforma irremediablemente en uno de los puntos más arrebatadores de su repertorio: "Enciende tu radio y deja que escuchen tu canción/ Enciende tu lámpara y solucionaremos los problemas/ Quiero estrecharte mucho tiempo para sentirte hasta el fondo/ Dulce señora de la noche, tus ojos hablan de ti".

Morrison también afronta temas más ligados al misticismo, a la presencia de algo "sobrenatural", tema que será en lo sucesivo uno de los centros de su búsqueda experimental. En 'Into the mystic' canta: "Hemos nacido antes que el viento/ Y somos más jóvenes que el Sol/ Estábamos solos en el barco/ cuando nos hicimos a la mar en el Mundo Místico". Van Morrison vivió los años setenta con gran intensidad y con cierto deseo de experimentación. Viviendo y trabajando en Estados Unidos, tuvo la oportunidad de introducir en su música elementos más marcadamente funky y de operar una discreta exasperación vocal sobre el modelo de las cantantes de color. Así, los dos álbumes siguientes, 'His band and the street choir' (1970) y 'Tupelo honey', desarrollan una tendencia más orientada hacia la música "fácil de escuchar", siempre con clase pero, sin embargo, lejana del magnetismo sonoro de un par de años atrás. Sobre todo 'Tupelo honey', testimonio de una nueva fase iniciada con el traslado de Morrison a la Costa Oeste, en un clima más abierto. El músico se fue a vivir a San Rafael (Marin County), a diez millas de San Francisco. 'Tupelo honey' es un álbum que celebra estas nuevas conquistas y se alinea con el country-rock, que entonces estaba dominando por Neil Young, Carole King y James Taylor (y después The Eagles).

Desde la portada Morrison quiere comunicar un sentimiento de paz y serenidad: el césped, el caballo, la mujer feliz de largos cabellos, incluso un gato que se le escapa de las manos. Y las canciones son soplos de esperanza con letras como: "Mientras desciendo de la colina/ veo el río que corre bajo el puente/ Y la mujer me espera en la puerta de la cocina/ Yo conduzco mi viejo coche que resopla" (Ol'old Woodstock), o "Ella es dulce como la miel pura/ es un ángel de primer grado/ Ella es dulce como la miel/ precisamente como la buena miel de las abejas". En 1972 el clima romántico que envolvía a Morrison se vio ofuscado por el divorcio, y el músico se sumió en un profundo estado de tristeza. 'Saint Dominic's preview' (1972) es el álbum que registra estos cambios: canciones más largas, más irritadas, textos menos inmediatos y una de las grandes obras maestras de Morrison, 'Listen to the lion': "Todas mis lágrimas han salido/ mis lágrimas corren como el agua/ Todas mis lágrimas como un río, corren por el león dentro de mi. Entre 1973 y 1974 Van Morrison se zambulló en la música: colabora con The Band, graba su nuevo álbum 'Hard nose the highway' y lleva a cabo una larga gira mundial, de la que también se extrae, en 1974, su primer álbum doble en directo, titulado 'It's too late to stop now', grabado en Los Angeles, Santa Mónita y Londres.

El álbum es deslumbrante, vivaz, rico en sonidos y alma: Morrison canta temas importantes como 'Domino', 'Into the mystic', 'Caravan', 'Listen to the lion', sin olvidar 'Gloria', y composiciones de Sam Cooke y Ray Charles. Después de la gira, Morrison regresó a Irlanda para pasar una breve temporada, la primera vez en casi diez años. El reencuentro con su patria desencadenó en Morrison recuerdos y sensaciones, que dieron vida al intenso y difuminado álbum 'Veedon fleece' (1974). Este disco es más un apunte de viaje interior que un verdadero trabajo pensado para el mercado, y el mercado, efectivamente, lo castigó con poquísimas ventas y una larga serie de comentarios negativos por parte de la crítica. Desde este momento, y durante tres años, Van Morrison se tomó un largo descanso para reflexionar. Grabó algunas canciones, pero después no dio permiso para su publicación; colaboró con The Crusaders y aceptó con entusiasmo, él, tan desconfiado, tomar, parte en la fiesta organizada por The Band para su despedida del público. La participación en 'The last waltz' fue tan intensa como dinámica, como testimonia la película dirigida por Martin Scorsese: cuando el pequeño irlandés aparece en el escenario el público explota en un grito de alegría. Morrison interpreta 'Tura Lura' y 'Caravan', y después se une a todos los demás colegas en el maravilloso estribillo de 'I shall be released', al lado de su mito, Bob Dylan.

Además, en 1976 participó en las sesiones de grabación del álbum 'Stone alone', de Bill Wyman. En 1977 puso fin a este "período de transición" publicando el álbum 'Period of transition', con una música brillante y compacta. En 1978, el bellísimo 'Wavelenght' demostró la nueva madurez del músico. El álbum llegó a los primeros puestos de las listas de éxitos americanas tras más de cinco años de ausencia. Con 'Wavelenght' Morrison inició una larga serie de inmejorables álbumes que le devolvieron el favor de la crítica y del público, aunque no siempre obtuviera el éxito popular que se merecía. Esto es comprensible: son años ricos en transformaciones, el punk arremete contra muchos lugares comunes y el público necesita nuevos héroes en los que creer. Por tanto, Morrison empieza a parecer un personaje de segunda fila, aunque su música sigue siendo muy buena. En 1979, las letras de Morrison siguen poseyendo una gran energía: "Desde las esquinas seguras de la calle/ hasta el lado iluminado del camino/ estaremos enamorados una vez más/ en el lado iluminado de la calle". Así, efectivamente, empieza una de las más bellas y vitales composiciones de Morrison, 'Brightside of the road', primer tema del álbum 'Into the music', producido a lo grande con la colaboración de Ry Cooder, Marck Isham y Mark Jordan. Es un álbum intenso, en el que también afloran las primeras trazas del interés religioso que se transformará en su adhesión a la secta Dianética de Ron L. Hubbard.

Pero esta lograda extraversión serena dura poco y, ya en 1980, Morrison abre un nuevo ciclo con 'Common one', álbum grabado en una semana y que da paso a una serie de trabajos poco comerciales y a veces tristes. En este álbum hay una recuperación de la magia naturalista de 'Astral weeks' y las canciones tienden a convertirse en largas narraciones, de sensaciones íntimas. En 'Summertime in England', por ejemplo, las palabras tienen una cadencia antigua, con referencias a grandes poetas como Coleridge, T. S. Eliot y William Blake. En el comportamiento de Morrison existe una especie de estupor parecido al del niño que se aferra a la vida. En este momento Van Morrison es un artista que ha recuperado a su público: su inicial (y persistente) pesimismo sobre los actos humanos se ve diluido en una visión más distendida; una luz de esperanza se enciende al final del camino y el músico quiere comunicarlo. 'Beautiful vision' (1982) contiene muchas de estas llamas, como ilustra la portada (un cielo estrellado de manera muy esotérica). El disco se grabó en Sausalito, California, y en su elaboración participaron también Mark Isham y Mark Knopfler, de Dire Straits. Contiene diez canciones sublimes, como evidencia el inicio de 'Beautiful vision': "Magnífica visión, quédate conmigo todo el tiempo/ magnífica visión quédate en mi mente/ con tu bella imagen/ Arrebato místico, estoy en éxtasis/ magnífica visión, no te alejes/ con tu belleza". la publicación de 'Beautiful vision' coincidió con una serie de afortunados conciertos en Londres y con un momento de gran popularidad de Morrison, debido también al trabajo de The Dexy's Midnight Runners, un fantasioso grupo capitaneado por Kevin Rowland, que siempre ha declarado tener a Morrison como fuente de inspiración.

En su mejor disco, 'Too-Ry-Ay' de 1982, los Dexys ofrecen una dinámica versión de un tema de Morrison, 'Jackie Wilson said (I'm in heaven when you smile)'. Durante un tiempo se habló de una colaboración entre Morrison y Rowland, pero después no quedó en nada. Sin embargo, la actividad en conciertos y discos de Morrison prosiguió. En 1983 publicó otra obra maestra: 'Inarticulate speech of the heart', que hace más intensa su relación con la literatura, y especialmente con los poetas "místicos" anglosajones: en 'Rave on, John Donne' cita a John Donne, Walt Whitman, Yeats e incluso al poeta medieval persa Ornar Khayyam. Con la publicación de este disco, inició una gran gira mundial con la que renovó los laureles de anteriores éxtios. Durante esta gira, el 11 y 12 de marzo de 1983, Morrison actuó en la Gran Opera House de Belfast, y de esos espectáculos se grabó un disco en directo (1984) de gran espesor emotivo, con temas sacados de sus discos más recientes y espirituales. Los años ochenta prosiguen con un trabajo continuo de profundización en su repertorio y con improvisadas colaboraciones con otros artistas. En 1984, el álbum 'Sense of wonder', con la colaboración del grupo Moving Hearts presenta un tema de Ray Charles ('What would I do') y una serie de composiciones de muy alto nivel formal y poético. En 1986 y en 1987 Morrison publica 'No guru, no method, no teacher' y 'Poetic champions compose', que incluyen algunos temas exclusivamente instrumentales.

Finalmente, en 1988 colabora activamente con el grupo folk Chieftains, realizando un antiguo proyecto suyo: el álbum 'Irish heartbeat', un equilibrado enfrentamiento entre el pasado y el presente. "Van the Man", como ha sido apodado, prosigue de esta manera su actividad de extraordinario investigador musical y poético. Sin popularizar su trabajo, sin explicarlo (son muy pocas las entrevistas que ha concedido), Morrison prefiere confiar su música a la capacidad del oyente para reconocerla. Morrison ha entrado con pleno derecho en la galería de los grandes personajes intemporales del rock: como Bob Dylan, quien en 1984, durante un concierto en Irlanda, lo llamó al escenario para cantar juntos una espléndida versión de 'Tupelo honey'. En el verano de 1989 aparece 'Avalon Sunset', su primer álbum para Polydor, en el que colaboran «viejos» roqueros como Cliff Richard y Georgie Fame.

Pagina Oficial:
http://www.vanmorrison.com/