febrero 08, 2014

Black Sabbath


En un mapa ideal que reconstruyese las raíces del rock duro británico Deep Purple, Led Zeppelin y Black Sabbath ocuparían un lugar primordial. Led Zeppelin representan la mezcla del rock'n'roll blanco con el blues negro, unidos a intrépidas incursiones folk; Deep Purple son la primera encarnación tangible de un grupo de hard rock, y Black Sabbath, con sus "riff" durísimos acompañados por letras "tenebrosas", son el arquetipo de banda heavy metal. Los cuatro miembros originales, el guitarrista Tony lommi, el batería Bill Ward, el bajista Geezer Butler y el cantante Ozzy Osbourne (personaje verdaderamente inclasificable), decidieron abandonar los estudios para formar un grupo de rock, Earth. La banda, que ejecutaba una especie de fusión de jazz y blues, consiguió un contrato en el Star Club de Hamburgo (el mismísimo local que dio fama a The Beatles), batiendo el record de asistencia que hasta entonces ostentaba el cuarteto de Liverpool.

Convertidos en Black Sabbath (nombre tomado del título de una de las primeras composiciones del grupo), bajo la dirección de Jim Simpson, su primer manager, los cuatro adoptaron una oportuna imagen macabra e incrementaron mucho el volumen de sonido en la ejecución de sus temas. Sus raíces blues eran evidentes, sobre todo en lommi, guitarrista de origen italiano, y precisamente para "enmascarar" estas raíces, bastante alejadas del sonido heavy que estaba tomando cuerpo, Tony lommi y Geezer Butler explotaron inmediatamente la "violencia" guitarrística, redoblada por las partituras del bajo. Una original fórmula musical que les haría entrar en la mitología del rock duro. El primer testimonio de Black Sabbath en vinilo es de 1969, año en el que, tras los éxitos obtenidos en sus conciertos por Inglaterra y Alemania, publicaron un single en la compañía Fontana. En marzo de 1970, al día siguiente de la firma del contrato con Vertigo Records, una compañía propiedad de Polygram, el mismo tema, 'Evil woman', se convirtió en su primer single.

Simultáneamente se publicó su primer álbum, 'Black Sabbath'. Grabado en sólo dos días, con una inversión total de 600 libras, el elepé refleja claramente las tendencias blues del grupo, resultando, a fin de cuentas, bastante lejano a las futuras características del heavy. Una serie de sobregrabaciones, cuidadosamente seleccionadas (rumores de lluvia y relámpagos, insistentes repiqueteos de campanas), lo convierte en un disco con el intenso "perfume" de lo oculto. Objeto de una fuerte promoción por sus agitadas conexiones con lo paranormal, el álbum se mantuvo tres meses en las listas inglesas. El resultado animó a Ozzy y compañía a meterse de nuevo en el estudio para grabar un segundo álbum, 'Paranoid', cuyo single homónimo se convirtió en el más notorio caballo de batalla del grupo. Publicado en septiembre de 1970, 'Paranoid' llegó a la cuarta posición en las listas inglesas, y permaneció 65 semanas en las estadounidenses. Black Sabbath dejaron de ser un grupo minoritario y se transformaron en un grupo con fuertes posibilidades comerciales; por otra parte habían inventado una nueva corriente musical.

Desde aquel momento Black Sabbath se dedicaron principalmente a las giras, con las locuras de Osbourne como punto fuerte del show. Un año después de la salida del tercer álbum, 'Master of reality', aparentemente dedicado al señor de las tinieblas, en 1972 'Black Sabbath volurne 4' demostraba al mundo que el grupo también era capaz de progresar técnicamente, desarrolando de forma más amplia unas particulares atmósferas acústicas, perfectamente adaptadas a los fines oscuros y tenebrosos de la banda. Señalado frecuentemente como uno de sus mejores discos, 'Volume 4' había sido concebido como el álbum que debería marcar el progresivo alejamiento de Black Sabbath de aquellos temas que los habían distinguido en sus primeros pasos; por primera vez la propia cubierta entraba en los esquemas más clásicos del rock: un simple diseño representa a Ozzy aplaudiendo y como si fuera a saltar de la foto.

Pero las imágenes de ultratumba y de pesadilla (como la de la cubierta original de su disco de debut, con aquella desconcertante y macabra figura, un ectoplasma frente a las ruinas de una casa abandonada, perfecta representación de aquello que contenía el álbum) parecían acoplarse bien al sonido de Black Sabbath, hasta el punto de obligarlos a volver a sus orígenes en la cubierta de su siguiente elepé, 'Sabbath bloody sabbath'. El disco obtuvo un gran éxito, y a continuación emprendieron una serie de giras europeas y estadounidenses. Pero con el éxito también llegaron los primeros obstáculos: hasta el punto de separarse de su manager Jim Simpson, sustituido primero por Patrick Meehan y después por Don Arden, con las consiguientes complicaciones legales; y para colmo, Osbourne tuvo que afrontar una citación judicial en plena gira por Estados Unidos.

El siguiente paso no podía ser otro que el de intentar autogestionarse. La cosa habría podido funcionar si el obstáculo más difícil para Black Sabbath no fueran ellos mismos. Ozzy prácticamente era esclavo del alcohol, y los conflictos entre las diversas personalidades del grupo no hacía más que aumentar. Ellos parecían contentos de poder, por fin, cambiar esa imagen tétrica y de ultratumba que hasta entonces había cultivado la banda por otra más real de típica banda de rhythm and blues, perfectamente integrada en un torbellino de "vida desenfrenada". Pero lo que determinó el fin del grupo fue el creciente interés de Tony lommi por arreglos cada vez más complejos, un interés que colisionaba con las intenciones de Ozzy Osbourne. 'Sabotage' el peso de las decisiones del cantante aún se advertía claramente, pero en el siguiente elepé, 'Technical ecstasy', aprovechando la ausencia de éste, el guitarrista impuso su impronta personal al producto, experimentando técnicas de sobregrabación y ¡agregando una sección de flauta!

En aquel período surgió la primera separación de Ozzy de la banda, separación que, se prolongó hasta el punto que hubo que ir pensando en sustituirlo. Dave Walker, el ex cantante de Savoy Brown, parecía haberse instalado en el trono del "rey del exceso", cuando Osbourne volvió de improviso a las filas del grupo. Con 'Never say die', disco de profético título, en 1979 Ozzy y sus colegas lanzaban una última nota muy superior a la media de las producciones más recientes, pero insuficiente para recuperar la fama. Tras una zarabanda de insultos recíprocos, Ozzy por un lado, y lommi, Ward y Butler por otro, emprendieron caminos separados; mientras los tres Sabbath se lanzaban a la búsqueda de un sustituto válido, Ozzy creaba sus Blizzard of Ozz. La mayoría de los fans de Black Sabbath vieron en esta división el fin del grupo de Birmingham, pero si no se hubiesen separado habrían tenido una supervivencia comercial poco duradera; Ozzy era una parte vital de la banda, pero la calidad de las producciones había bajado en los últimos años.

Mientras Osbourne seguía desarrollando el lado macabro de su imagen. Black Sabbath encontraron a su sustituto en Ronnie James Dio, ex líder de Elf y "tránsfuga" de los Rainbow de Ritchie Blackmore. Con Ronnie Dio los Sabbath, por ironías del destino, volvieron a ser los reyes indiscutibles de una tendencia del rock tenebroso denominada doom metal, y Tony lommi (cuyo principal punto de desacuerdo con el ex cantante había sido su preferencia por alejarse del cliché satánico que ya habían explotado demasiado) se convirtió en el "mesías de negro" al que las nuevas generaciones de thrashers admiraban. El abandono de Ozzy Osbourne marcó el principio de una triste sucesión de cambios de formación que ha durado hasta hoy: Bill Ward, que tuvo que renunciar a su puesto por motivos de salud, fue reemplazado por Vinnie Appice, hermano de Carmine Appice, el famoso ex batería de Vanilla Fudge; lommi se encontró buscando por primera vez a otro bajista tras un momentáneo abandono (que luego se reiteró) del pacífico Geezer Butler.

Pero con el "pequeño gran hombre" Ronnie James Dio, los renovados Black Sabbath habían "pescado un as": ahora su música era una perfecta mezcla de hard rock y de las oscuras y envolventes cadencias del sonido dark de Black Sabbath, puesto al día en una versión actualizada. 'Heaven and hell' (1980) y 'Mob rules' (1981) son, sin duda, dos de los mejores discos jamás grabados por el grupo y dos de los mejores de todo el género. Entretanto, las polémicas con Osbourne, cuya carrera en solitario no conocía momentos oscuros, continuaban, alimentadas por publicaciones discográficas claramente oportunistas. 'Live at last', por ejemplo, contenía grabaciones registradas en 1973 que nunca habrían visto la luz si el grupo no se hubiera separado. Pero las tensiones también crecían en el interior de Black Sabbath, especialmente entre lommi y Dio, cuyas personalidades eran demasiado fuertes.

La causa de la ruptura definitiva fueron las mezclas finales del fascinante doble álbum en vivo 'Live evil', su primera obra oficial en directo después de doce años de carrera. lommi sostenía que el cantante había buscado mezclas que resaltaban más su voz, y James Dio declaraba en las entrevistas que el guitarrista había recurrido a trucos de estudio para corregir los solos... Una banda tan valiosa merecía un final mejor. En noviembre de 1982, Ronnie James Dio abandonaba Black Sabbath llevándose consigo a Vinnie Appice: su nuevo grupo llevaba su nombre y poseía un sonido extremadamente similar al de "sus" Sabbath. Black Sabbath rescindieron el contrato que los ligaba a Sandy Pearlman, antiguo productor y manager de Blue Oyster Cult, y regresaron temporalmente con su antiguo jefe, Don Arden. Pero en los primeros meses de 1983 estalló la noticia más clamorosa de los últimos años en el mundo del rock duro: lan Gillan, el mítico ex cantante de Deep Purple, se unió a Black Sabbath, entrando en el grupo y grabando 'Born again'.

Producido apresuradamente y maltratado por la crítica y el público, el disco, cuya cubierta, por cierto, era la más satánica jamás ofrecida por el cuarteto, no resultaba una desilusión para un oyente atento: la fusión de los elementos macabros y cadenciosos de Black Sabbath con la esencia hard de Deep Purple que Gillan llevaba dentro era una mezcla fascinante, y un gran concierto sobre el escenario del festival de Reading fue la demostración. Es una verdadera lástima que la crítica y la tibia acogida del público hayan impedido que esta formación (que, además, contaba con el ex Electric Light Orchestra, Bev Bevan, a la batería) continuara: un grupo que podía interpretar indistintamente 'Paranoid' y 'Smoke on the water' habría podido dar mucho de sí. El percance de 'Born again' tuvo como resultado principal la disolución definitiva del grupo; por fin, Butler y lommi acabaron por separarse, con Butler a la busca de un improbable contrato discográfico para una Geezer Butler Band de brevísima existencia.

Con Iommi solo a la cabeza de la banda, mientras muchos empezaban a preguntarse si aún se podía hablar de Black Sabbath cuando faltaban tres cuartos de la formación, las presiones de la compañía discográfica, unidas a un exceso de confianza por parte del bigotudo solista, llevaron a la publicación de 'Seventh star', un disco sarcásticamente atribuido a "Black Sabbath featuring Tony lommi". En este álbum, en el que las raíces blues de lommi eran aún más evidentes, participó también Glenn Hughes, el vagabundo cantante/bajista ex Deep Purple y ex colaborador de otros grupos. Más allá de cualquier juicio sobre la decisión de seguir explotando el nombre de la antigua banda por conveniencias comerciales, 'Seventh star' no estaba mal del todo, y buena parte de la crítica europea lo señaló como digno sucesor de los tiempos de 'Heaven and hell'. La gira que siguió era la más esperada de las jamás emprendidas por Black Sabbath, pero a los pocos días todo se bloqueó y la gira quedó suspendida.

Glenn Hughes, ciertamente uno de los mejores cantantes de la escuela "clásica" del hard anglosajón, no conseguía superar su alcoholismo, creando situaciones insostenibles. En la usual lotería de nombres prevaleció el del desconocido Ray Gillen; el nombre de este cantante siempre ha sido vinculado a este período de la historia de Black Sabbath, aunque no existe ni un solo testimonio legal o ilegal de sus colaboraciones. Gillen después de su experiencia con lommi acabó en Phoenomena, grupo ideado y protegido por los hermanos Mel y Tom Galley, músicos que antes habían formado parte de los Whitesnake de David Coverdale. A pesar de la buena acogida de la critica, 'Seventh star' no tuvo una gran fortuna comercial. En un ambiente cada vez más confuso, con ulteriores cambios de formación que llevaron a una desastrosa gira europea, la banda, guiada por Tony Iommi sobrevivió fatigosamente a otra polémica: a pesar del boicot de los conciertos rock promovido y organizado, en el ámbito de la lucha contra el apartheid, por Little Steven y asociados, Black Sabbath acudieron a tocar precisamente a Sun City, la fortaleza de los blancos en Johannesburgo, en Sudáfrica. El alboroto que se desató obligó a cancelar más de la mitad de los espectáculos previstos en la gira y el manager Patrick Meeham tuvo que excusarse oficialmente a través de los periódicos.

El nuevo álbum, 'Eternal idol', a despecho de sus parciales logros comerciales, es la enésima confirmación de que el sonido de Black Sabbath, a finales de los años ochenta, todavía es actualísimo y punzante. La sorpresa en este caso era Tony Martin, oscuro cantante proveniente, como ellos, de Birmingham, que Iommi había pescado de una formación local llamada Alliance. Martin es un cantante "a lo Ronnie Dio", quizá con menos énfasis que el cantante californiano, y su vocalización es muy apropiada para los textos épicos e inteligentemente intrigantes de Black Sabbath versión 1988. Perdida, o por lo menos postergada, la esperanza de volver a ver juntos a los originales Black Sabbath, de momento hay que contentarse con ver tocar juntos, de vez en cuando, a algunos miembros del grupo. Ozzy Osbourne, en 1989, acogió en su banda a su viejo amigo Geezer Butler. Sin embargo, el "solitario" Iommi sigue su camino, y quizá sea el único impedimento real para la auspiciada e histórica reunión. Iommi llamó, en 1989, para el álbum 'Headless cross', al potentísimo batería Cozzy Powell quien garantiza a Black Sabbath un torrencial soporte rítmico que se hace evidente sobre todo en las actuaciones en vivo.

Pagina Oficial:
http://www.black-sabbath.com/





Discografia:
1970- Black Sabbath
1970- Paranoid
1971- Master of Reality
1972- Black Sabbath, Vol. 4
1973- Sabbath Bloody Sabbath
1975- Sabotage
1976- Technical Ecstacy
1978- Never Say Die!
1980- Live at Last
1980- Heaven and Hell
1981- Mob Rules
1982- Live Evil
1983- Born Again
1986- Seventh Star
1987- The Eternal Idol
1989- Headless Cross
1990- TYR
1992- Dehumanizer
1994- Cross Purposes
1995- Forbidden