febrero 04, 2014

Buddy Holly


Buddy Holly es una de las figuras centrales de la historia del rock. Su importancia no deriva de su muerte prematura, ni de su imagen de héroe mítico, aunque como símbolo ha tenido una discreta influencia. La importancia de Holly reside en su música, en su capacidad de descubrir continuamente nuevos horizontes y de librarse de los clichés del rock'n'roll y del rockabilly. Los primeros gigantes de este tipo de música, famosos por haber encontrado la correcta mezcla de rhythm and blues negro, doo-wop, gospel y música country, consiguieron que los primeros años cincuenta fueran excitantes. Pero eran dinosaurios: Jerry Lee Lewis, Little Richard, Fats Domino, e incluso el mismo Elvis, realizaron pocos progresos musicales una vez que su estilo estuvo definido. Además, algunos, como Jerry Lee Lewis y Carl Perkins, regresaron al terreno seguro del country. Holly, no cambió los elementos de base del rock, su simplicidad comunicativa, pero demostró cómo estas simples construcciones podían ser continuamente tocadas de manera que se dieran nuevas formas de escucharlas. Buddy Holly sentó la bases que, después, los más famosos grupos de rock de los años sesenta desarrollaron con éxito.

Nacido en Lubbock, Texas, el 7 de septiembre de 1963, Charles Hardin Holley era el más pequeño de los cuatro hijos de una pobre pero feliz familia. Su madre prefería llamarlo Buddy, y alguien, quizá por equivocación, quitó la «e» del apellido en su primer contrato discográfico. A Buddy no le disgustó; le parecía más profesional un apellido así. Las primeras influencias musicales de Holly no están claras, aunque examinando sus recuerdos familiares se han encontrado discos de Hank Williams, Jimmy Rodgers y country tradicional: Bill Monroe y The Louvin Brothers. Un poco de educación musical y mucha práctica con sus hermanos: a los quince años, Holly ya sabía tocar de oído las canciones country más famosas. Cuando decidió hacerse músico, recorrió todas las vías para conseguirlo: grabó cintas de prueba en un estilo entre country y rockabilly, mientras que, con su compañero de escuela Bob Montgomery, tocaba en los locales de la ciudad bajo el nombre de «Buddy and Bob-Western and Bop». El dúo también dispuso de un show radiofónico en la KDAV de Lubbock. Un disc-jockey de la radio llamado «Hi-pockets» Duncan, que organizaba conciertos de estrellas del rock'n'roll en la zona de Lubbock, les propuso hacer de teloneros. Durante uno de estos conciertos, en el que la estrella era Bill Haley and The Comets, Holly atrajo la atención de Eddie Crandall, un manager de Nashville. 


Las grabaciones del dúo estaban ahora en manos más expertas, y así llegaron a los despachos de los directores de Decca en Nashville. Desgraciadamente, querían un cantante solista y no un dúo; de mala gana, Bob Montgomery aceptó quedarse en el anominato y Buddy Holly firmó. En enero de 1956, Holly realizó el primero de sus tres viajes a Nashville para grabar en estudio. Pero la alegría del contrato duró poco: el primer disco, 'Blue days, black nights', pasó desapercibido y, peor, las intenciones de la compañía discográfica parecían totalmente opuestas a las de Holly. Aunque algunas de aquellas primeras grabaciones como 'Midnight shift' y 'Rock around with Ollie Vee' eran innovadoras y estaban entre sus mejores canciones, la compañía discográfica decidió dejarlas enfriar, prefiriendo al Buddy Holly más impersonal de baladas como 'Modern Don Juan' y 'You are my one desire'. La falta de olfato de Decca se define por sí misma en esta frase de Paul Cohen, uno de sus máximos dirigentes: «Buddy Holly es el mayor incapaz con el que he trabajado». Buddy, en algunas grabaciones con Decca, había contado con músicos locales, entre los que estaban Sonny Curtis, Don Guess y Jerry Allison. Este último fue importantísimo para el desarrollo del estilo de Holly. 


Allison, a la batería, y Holly, a la guitarra, actuaban solos en los locales y debían cubrir el vacío dejado por los otros instrumentos. Éste fue el núcleo del estilo del futuro grupo de Holly, The Crickets. Buddy y Jerry prepararon una serie de grabaciones que fueron rechazadas por Decca. De esta manera, los dos, junto al guitarrista rítmico Niki Sullivan y al bajista Larry Welborn, después remplazado por Joe Mauldin, partieron del estudio de Norman Petty hacia Colvis, en Nuevo México: costaba poco y se podía experimentar con toda tranquilidad. Allí rehicieron las canciones y las mandaron a la compañía Roulette, que, sin embargo, las rechazó. Entre estas canciones estaban 'That'll be the day' y 'l'm looking for someone to love', ya rechazada anteriormente por Decca. Gracias a Norman Petty y a sus contactos en Nueva York, después de ser rechazados por Columbia, la renovada Brunswick aceptó producir un disco de Holly. Sólo había un obstáculo: Brunswick era afiliada de Decca, que retenía los derechos de una versión no realizada de 'That'll be the day'. Holly no podía volver a grabarla con su nombre, por lo que se decidió que el disco saldría con el nombre de The Crickets. Gracias a un programa de radio, 'That'll be the day' llegó a ser tercera en las listas en el mes de septiembre de 1957. Entonces comenzó la escalada de los singles grabados bajo el nombre de Buddy Holly, como 'Words of love' y, sobre todo, 'Peggy Sue', que llegó, a finales de 1957, al Top 10. Pero fue con 'Oh boy', grabada bajo el nombre de The Crickets, que se abrieron las puertas de la verdadera fama. 


Los espectáculos en televisión se sucedían y The Crickets se convirtieron en uno de los platos fuertes de noches absolutamente impensables en nuestros días: por sólo dos dólares la entrada, un joven podía saborear una media de diez a doce roqueros de primera fila. Durante todo 1958, sea como The Crickets o como Buddy Holly, todas sus canciones iban directamente a las listas de éxitos, 'Rave on', 'Maybe baby', 'Early in the morning' y 'Think it love' también se convirtieron en los temas centrales de muchos conciertos del grupo. Desde Gran Bretaña a Australia, dondequiera que tocaran, The Crickets dejaban tras de sí una gran cantidad de fans, atraídos tanto por la música como por la fascinación del líder. Efectivamente, Buddy no sólo llevaba gafas con montura de concha, a diferencia de todas las otras estrellas del rock, sino que además empuñaba una novísima guitarra Fender Stratocaster, construida especialmente para él. Años más tarde, muchos artistas retomaron lo que ahora se llama el «Buddy Holly look»: Hank Marvin, de The Shadows, en los años sesenta, Elton John en los setenta y Elvis Costello en los ochenta. 


La carrera profesional de Buddy Holly sólo duró 18 meses, durante los cuales rompió la colaboración tanto con Norman Petty como con The Crickets. La separación de The Crickets se volvió inevitable cuando Holly, en octubre de 1958, decidió irse a vivir a Nueva York; Jerry Allison estaba casado con una chica tejana, y, sobre todo, Petty había convencido tanto a éste como a Maudin para continuar como The Crickets, sin el cantante solista. Estas incidencias desconcertaron y enojaron a Holly. A pesar del éxito de los discos, el futuro de Holly no estaba muy claro: su última grabación, 'Heartbeat', se esforzaba por escalar las listas de éxitos y los pocos ingresos obtenidos servían para pagar la ruptura del contrato con Norman Petty. Holly se vio obligado a volver «a la carretera», aceptando ir de gira por el Medio Oeste en pleno invierno, afrontando duras condiciones climáticas. A mitad de lo que se llamó «Winter Dance Party Tour», Buddy, desesperado por las incomodidades del viaje en autobús, decidió alquilar una avioneta para llegar antes a la ciudad siguiente de la gira, de manera que pudiera relajarse y hacer lavar su ropa. Otras dos estrellas de la gira, Big Bopper y Ritchie Valens, decidieron dividir con él el coste del viaje. Poco después de despegar, la avioneta se estrelló, falleciendo todos sus ocupantes. Era la madrugada del 3 de febrero de 1959. Desde el momento de la tragedia nació la controversia sobre si Buddy había muerto, con sólo 22 años, tras haber llegado a lo más alto de su éxito y de su capacidad artística, o si habría podido dar aún mas de sí si hubiera vivido más tiempo.


La muerte de Buddy despertó gran alboroto y contribuyó a mantener el mito de Holly y de su música. Son pocos los artistas rock que no tienen una deuda con la música de Buddy Holly. Unos han retomado su estilo de componer canciones, otros su forma de cantar o su look, y muchos grupos de los años sesenta y setenta han intentado repetir aquella mezcla única que fueron Holly y The Crickets. Los primeros en hacerlo fueron los propios Crickets. En los años sesenta lograron resurgir, sobre todo en Inglaterra, con una serie de éxitos escritos por elllos, pero siempre tenían que interpretar el repertorio de viejas canciones de Buddy Holly. Incluso cuando a fines de los años setenta actuaban como grupo de acompañamiento de Waylon Jennings, un protegido de Holly que tocaba con ellos en 1958, The Crickets continuaban siendo fieles a Buddy Holly. Se ha hecho famoso un álbum de Waylon con The Crickets compuesto por una selección de canciones de Holly. Pero también otros artistas han grabado canciones de Holly: Beach Boys, Mickey Gilley, Blondie, Santana, Tanya Tucker. Cada uno de una forma diferente, pero todos con el mismo amor. Además, en los años sesenta, nacieron en Inglaterra The Hollies, un grupo formado por Allan Clarke y del que formó parte, durante un tiempo, Graham Nash. El nombre lo dice todo sobre sus fuentes de inspiración, y no por casualidad uno de sus mejores discos se titula simplemente 'Buddy Holly' (1980), una sentida selección de lo mejor del cantante de Lubbock. Mick Jagger ha dicho: «Para mí, Buddy Holly ha sido el único roquero blanco original. Todos los otros han saqueado a los negros. Incluso Elvis. Buddy Holly es el unico original».

Pagina Oficial: http://www.buddyholly.com/





Discografia:


1957- The "Chirping" Crickets
1958- That'll Be the Day
1963- Reminiscing Pair
1964- Showcase