febrero 11, 2014

Cat Stevens


A principios de los años sesenta, con su voz característica, a veces áspera, con frecuencia agradable, Cat Stevens y sus canciones melódicas fueron muy populares. La autenticidad y la inmediatez de sus primeras canciones, el misticismo de algunas de las posteriores y el carácter soñador propio de toda su música hacen que aún en la actualidad se le considere como uno de los cantautores más significativos en lengua inglesa. Hijo de un restaurador griego y de una sueca, Cat Stevens nace con el nombre de Steven Georgiou, en el Soho de Londres, el 21 de julio de 1947. Terminada la escuela superior, se inscribe en 1965 en el Hammersmith College, en donde empieza a componer y a actuar en su tiempo libre, terminando por llamar la atención de Mike Hurst, productor discográfico al que hasta entonces le había acompañado la suerte y que ya estaba decidido a trasladarse a Estados Unidos. Intuyendo el posible éxito, Hurst reserva unos billetes de avión, organiza una sesión y produce el primer single de Cat, 'I love my dog', que, sustentado por el apoyo de la crítica y de diversos pases radiofónicos en una emisora pirata, entra en las listas de éxitos británicas en octubre de 1966, empezando en el decimoctavo puesto.

Ante el rumor de que tenía otras canciones preparadas, Decca le contrata para su nuevo sello Deram, destinado expresamente al lanzamiento de nuevos talentos británicos. En enero de 1967 sale el segundo single de Cat, 'Matthew and son', una canción que cuenta con una brillante letra sobre el tedio de la rutina en la vida de oficina y con un acompañamiento centrado en un original arreglo para instrumentos de cuerda; esta insólita combinación agradó enormemente al público británico, que la llevó hasta una segunda posición en el Top ten. Sólo el sensacional éxito de 'I'm a believer' de The Monkees le impidió el acceso al número 1. También su tercer single, 'I'm gonna get me a gun', fue un discreto éxito y su primer álbum, titulado 'Matthew and son' para aprovechar el éxito precedente del single, fue muy bien acogido. Mientras tanto, Stevens empieza a actuar ante el público, como apoyo musical en giras de artistas del calibre de Jimi Hendrix, mientras que otros músicos empiezan a cosechar tangibles éxitos grabando sus canciones. Es el caso de The Tremeloes, cuartos en las listas de éxitos con 'Here comes my baby', seguidos de P.P. Arnold, decimoctavos con 'The first cut is the deepest', una dramática balada que diez años después Rod Stewart llevaría a las listas de éxitos de singles con unos arreglos casi idénticos a los originales.

A Cat, sin embargo, le disgustaba la imagen de chico fatal, cortada a medida para agradar al público adolescente, por lo que se concentró en desarrollar la esfera de la composición experimentando arreglos cada vez más audaces para sus canciones. Dicha actitud tuvo reflejos negativos en la venta de los dos siguientes singles: 'A bad night', que salió a la luz en el verano de 1967, apenas alcanza el vigésimo puesto en las listas, y en diciembre del mismo año 'Kitty' sólo permanece en los Top 50 una semana. 'Lovely city', 'Here comes my wife' y 'Where are you' fueron en general ignoradas y si bien su segundo álbum, 'New masters', que contiene su versión de 'The first cut is the deepest', tuvo una gran acogida por parte de la crítica, vendió mucho menos que 'Matthew and son'. El mismo Cat Stevens, por otra parte, no estaba en condiciones de promover en directo su material: en 1968 enfermó de tuberculosis, y el retiro forzado de un año de la escena musical le llevó a la rescisión de su contrato con Deram. La segunda fase de la carrera de "Gato" empieza, efectivamente, durante su convalecencia. Lentamente y con Ia máxima concentración se pone a trabaja en una serie de canciones nuevas de inspiración más lenta y lineal que la propuesta hasta entonces, dirigiéndose hacia horizontes musicales casi folklóricos.

Editado por la compañía Island, el célebre 'Mona bone Jakon' consigue nuevamente el favor del público, y el single 'Lady d'ArbanviIle', dedicado a un amor juvenil (la actriz Patty d'Arbanville, ex compañera de Don Johnson, el protagonista de Corrupción en Miami), después de una lenta salida sube hasta la octava posición en las listas de éxitos británicas en agosto de 1970. En este momento, Island, viendo como va la cosa, le asigna un productor veterano como Paul Samwell-Smith, ya conocido por haber trabajado con The Yardbirds, y en el transcurso de un año la pareja colabora en una serie de discos que no sólo hicieron de Cat uno de los artistas más vendidos a ambos lados del Atlántico, sino que también fueron reconocidos como sus mejores trabajos. 'Tea for the tillerman', editado en 1971, a la larga el disco más apreciado de Cat Stevens, presenta la ingenua pero cautivadora 'Wild world', que en los Estados Unidos se coloca en la undécima posición de las listas de éxitos. Sin ser publicada como single en Gran Bretaña, la canción sería después recordada por el carismático cantante reggae Jimmy Cliff. Con 'The teaser and the firecat', de 1972, se revela aún más incisivo por la clase de material propuesto de mayor salida comercial. Un desarrollo ulterior del ya familiar estilo melódico de Cat se ve testimoniado con singles de éxito como 'Moonshadow', 'Peace train', y una interesante interpretación de una vieja melodía infantil gaélica, 'Morning has broken', reelaborada por Eleanor Farjeon.

Merece ser destacado el acompañamiento al piano de un joven teclista que rápidamente consiguió su propio éxito, Rick Wakeman. Por lo que se refiere a las ventas internacionales, 'Tea for the tillerman' fue, probablemente, el proyecto discográfico de Stevens de mayor éxito en términos absolutos: todos los singles que de él fueron extraídos, salvo 'Peace train' que no salió en Gran Bretaña, fueron éxitos intercontinentales. Con este disco, en el que aún la voz es la protagonista absoluta, acompañada generalmente de piano o guitarra, se cierra la segunda fase de la carrera musical de Stevens. Desde entonces la atención de Cat Stevens se concentrará más en estudiar elaborados arreglos y después encontrará una desembocadura natural en el trabajo estable con otros músicos en 'Catch bull at four', que en 1972 llega a la cima de las listas de éxitos de álbumes. En este disco el mismo Cat se basa en los sintetizadores para obtener particulares efectos en temas de atmósfera como 'Angelsea' y 'Ruins', creando su propio conjunto, formado por el batería Gerry Conway, el bajo Alan James, el pianista Jean Russell y el guitarrista Alun Davies.

'Catch bull at four', que incluye también 'O caritas', una insólita canción con texto en latín, revela un cambio decisivo en la poética del músico, que ya empieza a distanciarse de la esencialidad de los comienzos para seguir una inclinación hacia lo metafísico y hacia una visión religiosa que al final le llevará a un absoluto y definitivo abandono del mundo musical. También el siguiente álbum, 'Foreigner', con la larga y compleja 'Foreigner suite' que ocupa toda una cara del disco con su poesía lírica profundamente alegórica, se venderá bien. Pero en esta época empiezan a espaciarse las publicaciones de sus singles, ya que Island quiere hacer de él uno de sus artistas de álbumes. 'Can't keep it in' recibió los favores del público, consiguiendo la decimotercera posición en las listas de éxitos, pero 'The hurt', a mediados de 1973, fue un fracaso total. Mientras tanto Cat, cada vez más inmerso en el estudio de las religiones orientales, había adoptado una vida de recluso: sus apariciones en público cada vez eran más raras y si concedía entrevistas era a regañadientes.

Durante casi un año se convierte él mismo en un extranjero, trasladándose a Sudamérica para huir de las presiones del fisco británico. Entre 1974 y 1975 vieron la luz dos de sus nuevos álbumes, 'Buddha and the chocolate box' y 'Numbers', además de una selección de sus singles que consiguieron mayor éxito, 'Cat Stevens' greatest hits'. Sólo un single, el remake sin pretensiones de 'Another saturday night' de Sam Cooke, alcanza la decimonovena posición en las listas de éxitos británicas. El aliento de religiosidad que ya se desprendía de las canciones de Cat era tal que le hizo perder a más de uno de sus viejos admiradores; cuando en 1977 aparece un nuevo álbum tras un largo período de silencio, 'Izitso', la crítica se vio netamente dividida. El disco se vendió bastante menos que aquellos que lo precedieron, y el single que de él se extrajo, 'Remember the days of the old school yard', apenas llegó a la posición cuarenta y cuatro. 'Back to earth', editado a finales de 1978, reavivó la polémica. Algunos lo interpretaron como la expresión de su deseo de volver a los orígenes. El disco, en efecto, equivale a un definitivo adiós de Cat Stevens hacia su público, pues poco después el cantante se convertirá a la fe musulmana, cambiando su nombre por el de Yusef-Islam y retirándose a la vida privada.

Desde ese momento, si bien sigue viviendo en Londres, se concentra en el estudio de su nueva fe, y de él se sabe muy poco. Una vez convertido al islam decidió dejar la música, pues consideraba que el negocio que la rodea interfería en los nuevos conocimientos que deseaba adquirir. Su amor por los niños le llevó a fundar tres escuelas, los alumnos de las cuales son reputados en todo el Reino Unido. Una de dichas escuelas fue inaugurada por el Príncipe de Gales. Gran parte de su fortuna la ha dedicado a ayudar a las víctimas de las guerras y desastres naturales (Bosnia, Iraq, Darfur, Gaza). A sugerencia de Mijaíl Gorbachov le fue otorgado el premio «Hombre por la Paz». Sin embargo, desde que dejó el mundo de la música, Yusuf Islam no ha dejado de cantar y grabar canciones religiosas (llamadas anachid) de gran belleza. Participó en el concierto en Sudáfrica, dado en conmemoración de la liberación de Nelson Mandela junto con otros artistas. En 2006 volvió a la música pop, pues como dice él: «Soy un espejo donde los musulmanes se miran para ver el mundo occidental y donde mis compatriotas se miran para ver el islam».

En 2006 grabó 'An other cup', compendio de canciones pop donde se puede encontrar una visión mística de la vida. Actualmente sigue participando en conciertos junto con otros artistas con el fin de recaudar fondos para ayuda humanitaria. Su pensamiento es el de un islam abierto a toda la humanidad, intentando demostrar que el mensaje del islam ha sido manipulado por unos y por otros hasta el punto de convertirlo en algo irreconocible. Considera que la mejor manera de seguir a Moisés o a Jesús es seguir a Mahoma, el último mensajero que ratifica y actualiza los mensajes anteriores.


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