febrero 09, 2014

Bee Gees


Desde su debut, en los años cincuenta, The Bee Gees han vivido tres períodos de éxito en tres continentes diferentes. El primero, en Australia como niños prodigio. El segundo, en Inglaterra, en los años sesenta. El tercero, los setenta, en Estados Unidos, como creadores del boom de la música disco y compositores de rock "adulto". La actividad de los tres hermanos Gibb se inició -bajo auspicios no muy optimistas- en diciembre de 1956, en una sala cine matográfica de Chorltoncum-Hardy, Manchester, donde los tres muchachos versioneaban éxitos en el pequeño espectáculo que precedía la proyección de la película del sábado por la noche. En una ocasión el presentador rompió el disco que debía ser la banda sonora de los jadeos en playback del trío, que se vio, así, obligado a cantar en directo. Pero los hermanos Gibb, no eran ajenos a la música. Su padre, Hugh Gibb, era el batería y líder de un conjunto que actuaba en el circuito de los locales nocturnos del norte de Inglaterra, y había conocido a la que después sería su mujer en una sala de baile de Manchester.

Los dos se habían casado en 1944, y después de la guerra se habían trasladado a la isla de Man, donde había posibilidades de actuar para los veraneantes. Allí nacieron Barry (1 de septiembre de 1946) y los gemelos Robin y Maurice (22 de diciembre de 1949). Después, la familia se trasladó a Manchester, donde nació el cuarto hijo, Andy: ese mismo año (1955) Barry obtuvo como regalo de Navidad una guitarra de segunda mano. En 1958, la familia Gibb emigró a Brisbane (Australia). Hugh Gibb trabajó como fotógrafo, mientras que Barry hacía sus primeros pinitos como compositor. Cuando Barry tenía doce años, y los gemelos nueve, los tres hermanos se ofrecieron a la Redcliffe Speedway, para entretener al público cantando en las carreras, cobrando sólo lo que la gente les diera. Durante muchos fines de semana, los hermanos Gibb regresaron a su casa con los bolsillos llenos de monedas.

En la zona se empezaba a hablar de ellos, y un disc-jockey de la radio local, Bill Gates, les invitó a participar en su programa. Los tres hermanos se presentaron por primera vez ante el público como BGs (Bee Gees, por las iniciales de Brothers Gibb). Su repertorio, en aquella época, consistía en canciones de moda, sobre todo de Lonnie Donegan ('My old man's a dustman', 'Does your chewing gum lose its flavour on the bedpost overnight'), pero sus intérpretes preferidos eran Ray Charles, Neil Sedaka y The Everly Brothers. La actividad de los hermanos, incrementada por apariciones en programas radiofónicos y televisivos, empezó a convertirles en el sostén económico de la familia, así que Hugh Gibb decidió que había llegado el momento de dedicarse enteramente a la carrera de sus hijos, convirtiéndose en su mánager. En 1962, The Bee Gees fueron a Sydney, gracias a Col Joye, una estrella del pop australiana, y el empresario de Joye decidió ponerlos a prueba como teloneros en los conciertos de Chubby Checker, obteniendo para ellos un contrato discográfico con Festival Records.

Grabaron tres singles, 'Three kisess of love', 'I was a lover and a leader of a men' y 'Wine and women', que alcanzaron un discreto éxito, pero la explosión del fenómeno Beatles oscureció la naciente popularidad de los jóvenes Bee Gees. Sin embargo, The Beatles, indirectamente, les dieron suerte. En el barco que les llevaba a Australia, en agosto de 1958, los hermanos habían entretenido a los viajeros actuando con el nombre de Berry & The Twins. En el viaje de regreso, a bordo del "Fairsky" actuaron en la sala de baile de la nave presentándose como The Bee Gees, e interpretando canciones de The Beatles. Al mismo tiempo, en Inglaterra, otro australiano, Robert Stigwood, había escuchado casualmente una cinta enviada por The Bee Gees al director de la agencia de espectáculos para la que trabajaba, NEMS (propiedad de Brian Epstein, el manager de The Beatles). Al día siguiente del desembarco de The Bee Gees en Southampton, Stigwood organizó un ensayo para ellos en el Saville Theatre de Londres.

El 24 de febrero de 1967, The Bee Gees firmaron con NEMS un contrato por cinco años. Los hermanos Gibb empezaron a escribir las canciones para su primer álbum, grabado en los estudios Polydor. En un ambiente caracterizado por un particular eco natural, The Bee Gees realizaron su primer éxito en Inglaterra, la melancólica balada 'New York mining disaster 1941'. El típico vibrar de sus voces y los arreglos de cuerda caracterizaron gran parte de la producción discográfica de la primera fase de la carrera del grupo, Barry, voz y guitarra, Maurice, voz y bajo, y Robin, voz, al cual se unieron los australianos Colin Peterson, a la batería, y Vince Melouney, a la guitarra; Bill Sheperd se encargaba de los fragmentos orquestales. El lanzamiento oficial de The Bee Gees tuvo lugar en abril de 1967; Stigwood invirtió 50.000 libras esterlinas en la promoción del álbum, 'The Bee Gee first', y del single 'New York mining disaster 1941', definiendo a The Bee Gees como "el grupo de más talento después de The Beatles".

La reacción del público fue alentadora: el single llegó directamente al duodécimo puesto en las listas de éxitos. Pero The Bee Gees no lograron empañar la absoluta supremacía de The Beatles. La música de los hermanos Gibb era demasado complaciente y carecía de la agresividad necesaria para poder rivalizar con la del cuarteto de Liverpool. A pesar de que The Bee Gees también emplearon instrumentos como el melotrón y produjeron canciones vagamente surrealistas en línea con la era psicodélica, sus composiciones eran escasamente originales y creativas. Y los intentos de emular la inspiración de 'Eleanor Rigby' o de 'Penny Lane' resultaron ser pálidas imitaciones en el límite de la banalidad. Sin embargo, a pesar del moderado éxito de público obtenido por el trío y por su música (al menos en Inglaterra, porque en el resto de Europa, especialmente en Alemania, el grupo era muy popular) no obtuvieron compensaciones.

Votados por los lectores del New Musical Express como el mejor grupo de 1967, The Bee Cees colocaron con bastante regularidad sus singles en el Top Ten: 'World', 'Words', 'l've gotta get a message to you', 'Firtst of may' y 'Don't forget to remember', siempre en su registro típico, la balada romántica y sentimental. La única vez que intentaron cambiar de género, acelerando el ritmo (con 'Limbo'), no entraron en las listas de éxitos. Hacia finales de los años sesenta, The Bee Gees estaban al borde dé la separación. Los tres hermanos se habían casado: Robin con Molly, secretaria de NEMS, en diciembre de 1968; Maurice con la cantante Lulu, en febrero de 1969, y, Barry con una escocesa ganadora en un concurso de belleza, en septiembre de 1970. También empiezan a aparecer problemas personales causados por el éxito (o el fracaso) profesional: Robin, que había empezado a abusar de los estimulantes, quería iniciar una carrera en solitario; Maurice se dedicaba a la vida nocturna, utilizando como carburante habitual grandes dosis de alcohol, y Barry no podía ocultar su pasión por la marihuana.

The Bee Gees dejaron de existir durante un período de casi dos años, a partir de principios de 1969. En ese tiempo, Robin obtuvo un éxito en solitario con el single 'Saved by the bell'. Robin y Maurice, junto al batería Peterson, grabaron el álbum 'Cucumber Castle' (banda sonora de la película del mismo título). También hubo problemas legales por el derecho a usar el nombre The Bee Gees. El trío se recompuso a finales de 1970, grabando el álbum 'Two years on'; después grabaron 'Trafalgar' (1971) y 'Life in a tin can' (1973). Pero entre la publicación del single 'Run to me', que entró en las listas de éxitos de Inglaterra en 1972, y el nuevo éxito de 1975, The Bee Gees permanecieron en la sombra. La gravedad de la situación se hizo patente cuando los tres hermanos se encontraron haciendo de animadores, durante el verano, en el Batley Variety Club, en Yorkshire, interpretando los éxitos de años atrás frente a un público más interesado en la cena que en la música.

Barry, Robin y Maurice decidieron contratar a un productor experto, el veterano Arif Mardin, de Atlantic, para que supervisara la realización de un nuevo álbum. Mardin, cuya cultura musical tenía sólidas raíces en el rhythm and blues y que había trabajado con Aretha Franklin, se convirtió en el hombre clave. Aunque el primer fruto de su colaboración con The Bee Gees, el álbum 'Mr. Natural' (1974), no obtuvo un gran éxito, representó un necesario y prometedor momento de transición entre dos períodos muy diferentes. Establecidos en Estados Unidos, The Bee Gees estaban a punto de alcanzar la celebridad internacional que en los años sesenta sólo habían atisbado. Mardin logró llevar a cabo con el álbum 'Main course' (1975) el contacto directo entre The Bee Gees y las fuentes del rhythm and blues, género que siempre habían admirado a distancia sin osar investigarlo a fondo. Mardin convenció a los hermanos Gibb de que había llegado el momento de buscar nuevas direcciones para su música.

En Florida, adonde se trasladaron para preparar el nuevo disco, The Bee Gees empezaron a escuchar atentamente la música que dominaba las listas de éxitos. La idea de partida para 'Live talkin'', single extraído del álbum, era imitar el sonido de las ruedas de un coche andando sobre las vías del tranvía. En otro tema de ese álbum, 'Night on Broadway', Mardin incluyó por primera vez las voces en falsete que después se convirtieron en el sello característico de The Bee Gees (Barry había utilizado el falsete casi por error en la grabación de un estribillo y este suceso casual se convirtió más tarde en un recurso habitual). El estilo y la técnica de Maurice al bajo eléctrico también sufrieron un cambio radical. En suma, casi inconscientemente, The Bee Gees revitalizaron la música de baile que después constituyó el sonido básico de los night clubs y las discotecas de todo el mundo y que precisamente por esto se denominaría "disco music". Tras él éxito de 'Main course', Robert Stigwood firmó un nuevo contrato de distribución para su compañía RSO, que pasó a Polydor; ya que Arif Mardin era productor "interno" de Atlantic, The Bee Gees no pudieron continuar utilizando sus servicios.

Afortunadamente el grupo halló un buen sustituto en Karl Richardson, ingeniero de sonido de los Criteria Studios de Miami, que trabajaba en pareja con su colega Albhy Galuten. El álbum que siguió a 'Main course', titulado 'Children of the world' (1976), obtuvo un disco de platino, y de él se extrajeron tres singles que entraron en las listas, como 'You should be dancing'. Después realizaron la banda sonora 'Saturday night fever', protagonizada por John Travolta, uno de los discos más vendidos de todos los tiempos, publicado en 1977. Es curioso advertir que los temas creados por The Bee Gees para esa banda sonora fueron compuestos sin que los autores vieran la escenografía de la película. El disco se convirtió en una especie de manifiesto para una generación que, al mismo tiempo, descubría el placer "físico" del baile. La siguiente aventura en el cine de The Bee Gees parecía, al menos sobre el papel, un proyecto de ensueño: el grupo más famoso del momento, The Bee Gees, y el solista más vendido del año, Peter Frampton, juntos en una película musical inspirada en el álbum que casi por unanimidad está considerado como el más importante del rock de siempre, 'Sgt. Pepper's Lonely hearts club band' de The Beatles.

Pero el resultado, tanto de la película como de la banda sonora, fue muy inferior a las expectativas. Al mismo tiempo, el hermano más joven, Andy Gibb, obtuvo un gran éxito como solista, colocando tres números 1 consecutivos en las listas de singles americanas (con 'I just want to be your everythin', 'Love is thicker than water', ambos de 1977, y 'Shadow dancing', en 1978). En 1980 Andy grabó un single a dúo con Olivia NewtonJohn ('I can't help it') obteniendo resultados bastante inferiores. Desde este momento (1980) en adelante la carrera de Andy cayó en picado, (además, tenía graves problemas con los estupefacientes). Y en marzo de 1988 Andy Gibb falleció; tenía treinta y tres años. Tras el éxito de 'Saturday night fever', The Bee Gees no se durmieron en los laureles: compusieron el tema principal de la banda sonora de la película Grease, y después, en 1983, realizaron seis canciones para la banda sonora de 'Stayin' alive'; al mismo tiempo, publicaron 'Spirits having flown' (1979) y 'Living eyes' (1981).

Los tres hermanos también volvieron a ocuparse de sus carreras en solitario: Barry produjo el álbum 'Guilty', de Barbra Streisand (1980), para el que compuso algunas canciones e interpretó, a dúo con la cantante, la canción que le da título; dos años después, compuso y produjo para Dionne Warwick el álbum 'Heartbreaker'. También llevan la firma de Barry Gibb 'Chain reaction', un single de Diana Ross, e 'Island in the stream', éxito de la pareja country Kenny Rogers y Dolly Parton. A mediados de los ochenta publicó un álbum en solitario, titulado 'Now voyager'. Robin, por su parte, publicó en 1983 el álbum 'Walls have eyes', seguido de 'How old are you' (1984) y de 'Secret agent' (1985). Maurice está más interesado en las bandas sonoras, trabajando, entre otras, en la de 'Misunderstood' y en la de 'A bread apart'. En 1987, The Bee Gees reemprenden la actividad discográfica en grupo, realizando, de nuevo con Arif Mardin en el papel de productor, un buen álbum titulado 'ESP', al que sigue 'One' (1989), tras el que emprenden una larga gira mundial. El grupo siguio en activo hasta la muerte de Maurice Gibb, a los 53 años, en enero de 2003. 
Los sobrevivientes Barry y Robin anunciaron entonces que el nombre de Bee Gees ya no sería usado más en presentaciones; sin embargo, el 7 de septiembre de 2009 Robin le reveló a Jonathan Agnew que habló con Barry y decidieron volver a los escenarios. En 2012 falleció Robin Gibb.



Los Bee Gees fue uno de los grupos más exitosos en la historia de la música, vendiendo más de 380 millones de copias entre álbumes y singles.

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