febrero 06, 2014

Pink Floyd


Roger Keith (Syd) Barrett, George Roger Waters, Richard William Wright y Nicholas Berkeley Mason formaron Pink Floyd a finales de 1965, en Londres. Syd Barret y Roger Waters habían frecuentado la escuela superior en Cambridge, donde Dave Gilmour (que posteriormente reemplazaría a Barret como guitarrista del grupo) había sido su compañero de curso. Tras abandonar Cambridge, Barrett se inscribió en la Escuela de Arte Camberwell de Londres, una especie de paso obligado para todo aspirante a estrella del pop de los años sesen. Allí se dedicó algún tiempo a la pintura, aunque tocar la guitarra ya se estaba conviniendo en su principal interés. Por ironía del destino fue Gilmour -que en ésa época también se encontraba en Londres- quien enseño a Barrett los primeros acordes. Waters, por su lado, había dejado Cambridge por Londres, optando sin embargo por el ambiente más "prosaico" del Politécnico y por un curso de arquitectura. Fue allí donde conoció a Nick Mason y Rick Wright; los tres descubrieron en seguida que tenían intereses musicales comunes y decidieron formar un grupo musical, originariamente IIamado Sigma 6. En esa época Wright ya sabía tocar el piano, el armonio, el clavicembalo y el violonchelo, y Mason, valiente timpanista, fue de gran ayuda para procurar él dinero necesario para adquirir la primera Instrumentación del grupo. La continuación inmediata de la historia esta salpicada con otros nombres y otras formaciones, todas marcadas con la misma suerte: entre ellos estaba T-Set, Abdabs y Screaming Abdabs. AL final los tres Waters al bajo eléctrico, Mason a la batería y Wright en los teclados, hicieron un último intento, reclutando dos nuevos miembros: un guitarrista de jazz llamado Bob Close y Syd Barrett, que era amigo de Waters desde la epoca de Cambridge. Barrett, en una de sus tipicas deslumbrantes ideas, llamo al grupo Pink Floyd Sound, en lo sucesivo simplemente Pink Floyd, uniendo los nombres de dos viejos bluesmen, Pink Anderson y Floyd Council.

Pero Barrett y Close no podian convivir y poco despues este ultimo abandono el grupo a causa de sus insuperables diferencias musicales. Esta formacion de cuatro elementos obtuvo su primer contrato regular para tocar todos los sabados por la tarde en el club Marquee de Londres, en una serie de actuaciones bautizadas como "Spontaneous Underground" que se iniciaron en febrero de 1966. Los espectaculos del grupo, en este tiempo, consistian en una extravagante mezcla de clasico rhythm and blues con interludios instrumentales donde el grupo experimentaba las posibilidades de la tecnica del "feedback", desarrollando su inspiracion creativa. Ese mismo año el grupo descubrio otro elemento fundamental destinado a transformar las actuaciones en directo y a convertirlo en la banda preferida del Londres underground: durante una serie de conciertos en el London Free School's Sound / Light Workshop, realizados en la Iglesia de Todos los Santos en Notting Hill Gate, Pink Floyd conocieron a Joel y Toni Brown, dos americanos discipulos de Timothy Leary, uno de los padres del movimiento psicodelico californiano. Junto a ellos concibieron la idea de hacer uso de un rudimentario sistema de luces para proyectar diapositivas a color durante las actuaciones del grupo. La era de los light-shows habia comenzado. El quince de octubre de 1966 Pink Floyd consumaron su matrimonio con el underground tocando en la fiesta de inauguración de International Times, primera revista inglesa portavoz de la cultura alternativa. Pink Floyd actuaron frente a más de 2.000 personas, y la respuesta que obtuvieron confirmó que el grupo había encontrado un público y una identidad. A finales de ese mismo mes los cuatro miembros del grupo, junto a su manager de aquella época, Peter Jenner, y a Andrew King, formaron The Blackhill Enterprises, sociedad creada para dirigir los negocios del grupo.

Este fue un período muy favorable; el 23 de diciembre abrió sus puertas el histórico UFO Club: Pink Floyd, con las experimentaciones audiovisuales que enriquecían su nuevo espectáculo, adquirieron merecidamente el papel de grupo fijo del local. En este momento sólo quedaba publicar un single, para aprovechar la popularidad en aumento de la banda; el disco fue comercializado a principios de 1967 y fue producido por Joe Boyd, cofundador del UFO y aún hoy personaje clave de la escena musical (ha trabajado, entre otros, con Fairport Convention y, en los años ochenta, con REM). Publicado por la compañía Columbia de EMI (con la que el grupo había firmado por la presunta cantidad de 5.000 libras esterlinas), el single se titulaba 'Arnold Layne', una breve composición de Barrett que narraba las extrañas ocupaciones de un muchacho que se dedicaba a robar lencería íntima femenina. La canción fue considerada obscena e inmediatamente prohibida en numerosas emisoras de radio. El grupo, mientras tanto, utilizaba los numerosos conciertos en directo como banco de pruebas para una serie de proyectos cada vez más ambiciosos, pasando de los pequeños clubs al "14 Hour Technicolor Dream Free Speech Festival" (otra extravagante iniciativa de International Times, en el Alexandra Palace de Londres), y al ambicioso concierto en el Queen Elisabeth Hall. Este último acontecimiento fue titulado "Games for May" ("Juegos de mayo"): precisamente en esta ocasión el grupo hizo su primer intento de mejorar el modesto sonido habitual de la época, instalando altavoces también en el fondo de la sala, en un intento de realizar una primera versión del sonido cuadrafónico, que en lo sucesivo se convertiría en su marca de fábrica. Además de dar nombre al acontecimiento, 'Games for May' también era una nueva canción de Syd Barrett que, después de haber cambiado de título y letra, se convirtió en su segundo single. El 22 de junio de 1967 'See Emily play' entró en las listas de éxitos, en las que permaneció doce semanas, alcanzando el número seis. Todavía ligado a Columbia, el grupo, cambió de productor por insistencia de EMI, reemplazándolo por Norman Smith. En los doce años siguientes, Pink Floyd no volvieron a tener más singles de éxito. El 5 de agosto de ese año apareció su primer álbum, 'The piper at the gates of dawn' (Barret había sacado el título de uno de los más populares textos underground, 'The wind in the willows', de Kenneth Grahame).

El material contenido en el disco reflejaba el liderazgo de Syd Barrett sobre el resto del grupo: de los once temas del disco Barrett había escrito, solo o en colaboración, diez: la única excepción era una composición de Waters titulada 'Take up thy stethoscope and walk'. El guitarrista también se había ocupado del grafismo de la contraportada. Muchos temas del álbum indicaban un cambio de dirección musical y ofrecían un fuerte contraste con los primeros dos singles del grupo: 'Astronomy domine' e 'Interstellar overdrive', en particular, eran dos dinámicos "himnos espaciales" destinados a permanecer entre los clásicos de su repertorio. El 24 de octubre de 1967 Pink Floyd iniciaron su primera gira por Estados Unidos, difundiendo el verbo de la psicodelia británica a un público que, tras una primera reacción de estupor, lo acogió con fervor. El centro de atención era inevitablemente Barrett, cuya inquieta presencia escénica era llevada a límites extremos por las constantes dosis de LSD que ingería. El comportamiento excéntrico del guitarrista, sin embargo, hacía cada vez más difícil la convivencia con sus compañeros: en este momento, sus días con Pink Floyd estaban contados. Otro síntoma de malestar creciente dentro del grupo fue el retraso en la publicación del tercer single. Este último, otra composición de Barrett titulada 'Apples and oranges', había requerido un período de grabación excesivamente largo y cuando fue finalmente publicado el 18 de noviembre, fue un clamoroso fiasco.

El fracaso comercial del single y las precarias condiciones mentales de Barrett obligaron a sus compañeros a tomar una decisión dolorosa y a buscar (de común acuerdo con Syd) una solución alternativa, que llegó, providencialmente, bajo la figura de Dave Gilmour. Éste, tras haber enseñado a Barrett las nociones básicas de la guitarra, había continuado recorriendo Europa con su grupo (pasando un período en París, donde también trabajó durante algún tiempo como modelo). Gilmour se unió al grupo en 1968 como segundo guitarrista. El estado de salud de Barrett no le consentía continuar con su carrera, así que, algunas semanas después de la llegada de Gilmour, se le pidió que abandonara el grupo. Durante la época con Barrett, Pink Floyd había sido un grupo esquizofrénico, con dos caras bien distintas: por un lado contaban con un público "subterráneo", devoto pero bastante restringido, atraído por sus actuaciones en directo y por su producción discográfica más ambiciosa; por otro, gozaban también de una estima más difundida entre los jóvenes fans del pop, gracias a sus singles bien armonizados y a sus apariciones en el programa televisivo "Top of the Pops". El grupo, deliberadamente, le volvió la espalda a este ultimo mercado (en potencia más rentable) y reservó sus energías únicamente a la realización de álbumes, adoptando una línea de conducta constante desde aquel momento en adelante. Pink Floyd, al mismo tiempo, seguían acrecentando su reputación en vivo acumulando una gran cantidad de conciertos. La banda tocó varias veces en el Middle Earth Club, local que había sucedido al UFO, obteniendo una gran aceptación. Blackhill Enterprises, aunque apartada de la gestión de Pink Floyd durante el terremoto provocado por la partida de Barrett (que se quedó con la sociedad para emprender su carrera como solista), tuvo un papel muy importante en la organización del primero de los conciertos gratuitos en Hyde Park, destinados a convertirse en una cita tradicional para los jóvenes londinenses. El 29 de junio de 1968, Pink Floyd inauguraron el primer concierto en el parque, en el que también participaron Jethro Tull y Roy Harper.

En junio, también se publicó el segundo álbum, 'A saucerful of secrets'. Tocar frente a una gran muchedumbre sin poder contar con la presencia carismática de Barrett y realizar un disco que prescindía de su habilidad compositiva representaba, para la nueva formación, un examen doblemente significativo. El grupo superó la prueba brillantemente y adquirió la fe necesaría para imprimir un giro consciente a su carrera. El álbum, a decir verdad, contenía una composición de Barrett ('Jugband blues') pero representaba, a todos los efectos, un triunfo para la nueva formación, y en particular para Waters: su 'Set the controls for the heart of the sun', basada en la repetición obsesiva de una frase melódica de la que partían explosivas digresiones instrumentales, se transformó en otro de sus temas más solicitados en directo. Al disco le siguió otra larga serie de conciertos en toda Europa, e inmediatamente después, el segundo "asalto" al circuito de los locales americanos, hasta finales de 1968. El grupo había invertido mucho tiempo y dinero en el desarrollo de un "sound system" que fuera capaz de reproducir fielmente los efectos musicales cada vez más sofisticados de las grabaciones en estudio. En el Festival Hall de Londres, el 14 de abril de 1968, se utilizó por primera vez un equipo capaz de hacer circular vertiginosamente, a través de numerosos altavoces diseminados por toda la sala, los sonidos eléctricos producidos en el escenario: el público, de esta manera, se veía realmente inmerso en una "tempestad sonora" y rodeado por los efectos especiales creados por los músicos. Con este concierto y con la siguiente gira (bautizada "The journey") Pink Floyd empezaron a salir de los restringidos confines de una banda "psicodélica" para alcanzar a un público más amplio. Por lo demás, a excepción de Barrett, el grupo no había declarado nunca su adhesión a la filosofía del LSD. El cuarteto se estaba haciendo famoso por sus largos temas de atmosfera, y, en ese momento de su carrera, vislumbraron una oportunidad de ampliar los horizontes creativos de la banda componiendo músicas para bandas sonoras. Cuando el director Barbet Schroeder les ofreció componer la música de 'More', la película que estaba realizando, Pink Floyd aceptaron (seducidos también por las ventajosas condiciones económicas).

Precisamente una canción extraída de la banda sonora publicada en 1969 ('Cymbaline') les procuró sus primeras retransmisiones radiofónicas en Estados Unidos. Sin embargo, el año 1969 se recordará, en la historia del grupo, como el año de la publicación de 'Ummagumma', disco que consagró a la banda como una de las realidades más significativas dentro del ámbito del rock "progresivo". Publicado en octubre por Harvest (compañía underground recién creada por EMI), 'Ummagumma' era un álbum doble, en el que una mitad había sido grabada en estudio y la otra en directo durante el transcurso de algunas actuaciones en Manchester y Birmingham. El álbum en directo recogía perfectamente la intensidad y el ambiente de los conciertos de Pink Floyd, pasando revista a sus caballos de batalla, de 'Astronomy domine' y 'A saucerful of secrets' a la helada 'Careful with that axe, Eugene'. En el otro disco el grupo daba rienda suelta a su vena experimental, concediendo a cada músico un equivalente espacio compositivo. Aunque temas como 'Sysyphus' o 'Several species of small funny animals gathered together in a cave and grooving with a pict' puedan parecer, hoy en día, demasiado pretenciosos, hay que reconocer su perfecta adhesión a los cánones de la música progresiva. El grupo se mantuvo al margen de la atención pública durante gran parte del año siguiente, hasta que, en octubre, apareció en las tiendas 'Atom heart mother', con una singular portada realizada por el estudio Hipgnosis (una bucólica imagen de una vaca pastando). La pieza que le daba título, presentada por primera vez ante el público en el Festival de Bath, era una suite instrumental que ocupaba toda una cara y que alternaba fragmentos corales y orquestales con los solos de guitarra de Gilmour. A la ambiciosa suite servía de contrapeso una segunda cara más convencional, que incluía algunas de las composiciones más relajadas de la banda: de ellas destacaban 'If' y 'Alan's psychedelic breakfast' (en los espectáculos en directo, durante la interpretación de este tema se servía un té en el escenario).

El grupo llevó su nuevo show a América a finales de año, haciéndose acompañar por un grupo orquestal de diez músicos y veinte coristas. Gracias también al "sound system de 360 grados", el espectáculo impresionó notablemente al público del otro lado del océano: los periodistas notaban con estupor que, en lugar de bailar y menearse como de costumbre, los jóvenes estaba sentados y absortos escuchando la música. En 1970, Barrett se había recobrado, publicando dos álbumes ('The madcap laughs' y 'Barrett') acogidos favorablemente por la crítica especializada y aún hoy considerador discos de culto fundamentales por los fáns del género psicodélico. Los dos discos mezclaban canciones pop y composiciones turbadas en un cóctel de extraño efecto: en su realización había participado el resto de Pink Floyd, y en el primero de los dos discos Barrett se hizo acompañar también por algunos miembros de Soft Machine, otro de los grupos más representativos del área progresiva, dedicado a la exploración de los territorios jazz-rock. A continuación, después de una breve y fallida experiencia con un trío llamado Stars, el ex líder de Pink Floyd desapareció misteriosamente, preso de su enfermedad mental. Las noticias y rumores sobre su suerte fueron fragmentarios y contradictorios. A finales de 1988 Harvest publicó 'Opel', álbum de temas inéditos y versiones alternativas de canciones ya publicadas, grabado en la época de 'The madcap laughs' y 'Barrett'. Sus ex compañeros, mientras tanto, proseguían con seguridad su camino. El concierto del 15 de mayo de 1971 en el "Garden party" del Crystal Palace levantó rumores por la nueva idea escénica del grupo, un gigantesco pulpo hinchable que surgía en la superficie del lago en frente del escenario durante la actuación. El esquema del concierto comprendía un nuevo tema titulado 'Return to the sun of nothing': el mismo tema, con el título 'Echoes', ocupaba la segunda cara de 'Meddle', nuevo álbum comercializado desde el 13 de noviembre. A pesar de ser un tema bien construido y lleno de atmósfera, 'Echoes' demostró que el grupo empezaba a acusar algún síntoma de cansancio. Mason comentó al respecto: "Hay diferentes cosas en la creación de un tema, que llevan la marca típica de Pink Floyd, pero que también representan clichés peligrosos. Uno de ellos es la tendencia a quitar relevancia a una clase de tiempo lento en 4/4.

Otro consiste en elegir una línea melódica e insistir hasta la muerte". El resto del año fue absorbido, en gran parte, por una gira mundial de proporciones colosales (además de 'Echoes' también 'One of these days', tema de apertura de 'Meddle', se estaba volviendo uno de los temas más solicitados en directo); en 1972, por el contrario, Pink Floyd se mantuvieron nuevamente en silencio: su único movimiento fue publicar otra banda sonora, 'Obscured by clouds', extraída de La vallée, otra película de Barbet Schroeder. El público americano, otra vez, fue conquistado por la música de la película, lírica y soñadora, de Pink Floyd: aunque 'Atom heart mother' hubiera alcanzado el número 1 de las listas de Gran Bretaña, fue sólo este disco el que hizo que el grupo empezara a vender en gran cantidad en Estados Unidos. Como hemos dicho, éste fue un período de relativa calma: el "golpe" había sido programado para el año siguiente, cuando apareció 'Dark side of the moon', presentado a la prensa por sorpresa durante una sesión privada que tuvo lugar en el Planetario de Londres en marzo de 1973. El grupo había decidido, para la ocasión, autoproducirse: el resultado de casi un año de trabajo constante era un disco de una simplicidad y una potencia sorprendentes. El disco, gracias a las sofisticadas tecnologías utilizadas en la sala de grabación, representaba también un alarde técnico. Se supo, más tarde, que los apasionados del hi-fi adquirían el álbum para probar la calidad de sus equipos de música. Aún hoy, por otra parte, este disco no falta en la discoteca de cualquier melómano que se precie. Las canciones de la selección, convertida en un clásico "intergeneracional", trataban sobre los recodos más oscuros de la existencia humana, evidenciaban el creciente interés de Waters por los temas sombríos y tristes. "Nos sentamos en la sala de ensayo, relató más tarde VVright, y Roger ilustró su idea de hablar de todo lo que lleva a la gente hacia la locura". La gira de presentación del nuevo material alcanzó dimensiones triunfales; en las actuaciones americanas también participó un grupo vocal soul, The Blackberries. Para la cita en el Earl's Court de Londres, en mayo, Pink Floyd habían puesto a punto un espectáculo enriquecido con una serie de maravillosos efectos especiales: entre ellos se encontraba un gong llameante, una criatura cuyos ojos enviaban rayos láser y un aeroplano que llegaba de improviso desde el fondo de la sala para derrumbarse en el escenario en una explosión de luces y humo.

Tal explosión (el disco resultó ser su best-seller absoluto, y, aún hoy, permanece en las listas de Billboard) estableció un precedente peligroso: desde ese momento la crítica y el público les pedirían cada vez más y no se contentaría con obras menores. La banda ocupó dos años en el intento de realizar un digno sucesor de 'Dark side of the moon', consciente de las presiones que la rodeaban. El resultado de sus esfuerzos fue 'Wish you were here' (publicado en septiembre de 1975) que recibió frías acogidas por parte de la prensa especializada, aunque obtuvo un gran éxito comercial. Si 'Meddle' recalcaba los hallazgos del anterior 'Atom heart mother', el nuevo álbum reclamaba las atmósferas de su afortunado predecesor. Sólo con la obra siguiente, 'Animals', Pink Floyd reconquistaron el aprecio de la crítica, al menos en su patria. Pero el disco, publicado en febrero de 1977, revelaba un cierto estancamiento creativo: las canciones de Waters insistían sobre los tonos lúgubres y místicos de 'Dark side of the moon', pero la música parecía haber perdido impacto y frescura. No obstante, el público siguió apoyándoles, y sus espectáculos se volvían cada vez más fastuosos (y costosos): el grupo hacía un gran uso de filmaciones (proyectadas sobre una pantalla circular situada a sus espaldas) mientras el empeño de los músicos unidos daba una mayor potencia al sonido; mientras tanto, hacía su primera aparición el cerdito hinchable que era el símbolo del álbum (la portada reflejaba a uno volando sobre una fábrica). Hacia finales de la década, con el fin de aprovechar la potencialidad creativa del cuarteto, los componentes de Pink Floyd sintieron la necesidad de expresarse por separado. El álbum homónimo de Gilmour y 'Wet dreams' de Wright, dos discos demasiado inciertos en la dirección a seguir, fueron publicados en 1978; Mason, por su parte, se dedicó al trabajo de producción, colaborando con Principal Edward's Magic Theatre, Unicorn, su amigo Robert Wyatt y otros músicos. En octubre de 1979 Nick Mason entró en sala de grabación en Nueva York con lo mejor de los músicos "progresivos" del momento: Robert Wyatt, el guitarrista Chris Spedding, la teclista Carla Bley, el bajista Steve Swallowy un inmejorable cuarteto de viento que contaba con los jazzistas Gary Windo, Gary Valente, Mike Mantler y Howard Johnson. La producción se confió a Mike Mantler y todos los temas, letra y música, estaban firmados por Carla Bley.

Esta curiosa divagación, titulada 'Fictitious sports', se publicó en 1981. El proyecto de Waters, tomó cuerpo por fin en 1979 como doble álbum atribuido al grupo. El álbum, con el título 'The wall', salió en todo el mundo el 30 de noviembre. Se trataba, otra vez, de un "concept" en el que las canciones estaban ligadas a la presencia de un personaje principal llamado Pink, una estrella del rock frustrada destinada a transformarse en un siniestro símbolo de la opresión social. El disco, igual e incluso más que los anteriores, estaba cargado de simbolismo y oscuros presagios; sin embargo, su excesiva ambición terminaba por sofocar todo contenido (no hay que olvidar que precisamente en aquellos años cabalgaba la ola del punk, destinada a desprenderse de las inútiles ampulosidades del rock "institucionalizado"). De todas formas, 'The wall' se convirtió en otro gran éxito internacional; gracias también al empuje del arrebatador single 'Another brick in the wall (part 2)'. También las interpretaciones en directo de 'The wall' dejaron huella, sobre todo a causa del nuevo truco espectacular inventado por el grupo. Durante la actuación los encargados del transporte del equipo creaban un enorme muro que poco a poco ocultaba a los músicos de la vista del público. Un grupo de sosias de Pink Floyd salía entonces al escenario, mientras los verdaderos músicos seguían tocando sin ser vistos. En la cumbre de la interpretación el muro se derrumbaba y el grupo reaparecía tocando instrumentos acústicos. Durante la actuación, además, el escenario se llenaba de fantasiosos maniquíes hinchables creados por Gerald Scarfe. Después de haber prodigado tantas energías en este proyecto Pink Floyd volvieron a descansar. Roger Waters trabajó con el director Alan Parker en la versión cinematográfica de 'The wall', que se estrenó en 1982. El lapsus de tiempo transcurrido desde la publicación del doble álbum y la presentación de 'The final cut', en 1983, evidenció, por otro lado, los problemas encontrados para darle continuidad. 'The final cut', como 'The wall', era fruto de la mente atormentada de Waters y afrontaba temas como la violencia humana, la obsesión por el peligro nuclear y el recuerdo doloroso de la figura de su padre, muerto en Italia durante la segunda guerra mundial.

En el disco, en el que se respiraba innegablemente un aire de profunda crisis, no había tomado parte Rick Wright, el cual había abandonado oficialmente el grupo. EI año 1984 estuvo enteramente dedicado a las aventuras en solitario, dejando temporalmente sin resolver las cuestiones acerca de la suerte del grupo. El primero en moverse fue Gilmour, que publicó su segundo álbum, 'About face'. El disco, una mezcla de estilos que intentaba destacarse del estereotipo del sonido de Pink Floyd, se avalaba con preciosas colaboraciones: de los cantantes Roy Harper (viejo amigo) y Mickey Feat, Steve Winwood, Jeff Porcaro, Jon Lord y, Pete Townshend, a cuya banda Gilmour se unió durante la gira de 1985 en calidad de guitarra solista, después de haber participado en el álbum 'White city'. Algunos meses después fue Waters quien volvió a presentarse ante el público, para afirmar la continuidad con las últimas realizaciones de Pink Floyd. El nuevo álbum tenía un título extravagante, 'The pros and cons of hitch hiking', y desarrollaba las temáticas visionarias y paranoicas del ex líder de Pink Floyd, quedando anclado fielmente a la fórmula, obsoleta para muchos, del "álbum-concepto". Tampoco faltaban en este caso los invitados de honor: entre ellos "Slowhand" Eric Clapton, autor de brillantes interpretaciones guitarrísticas. Poco después (pero con un eco algo menor, como corresponde al estilo bastante reservado del personaje) le llegó el turno a Rick Wright en colaboración con Dave Harris, cantante y guitarrista de Fashion. Los dos, reunidos bajo el nombre Zee, grabaron un disco ('Identity') que intentaba desembarazarse de sus experiencias anteriores, jugando la carta de un pop eléctrico de acuerdo con los tiempos y finamente arreglado. En ese momento, sólo quedaba por acudir a la cita Nick Mason: a finales de 1985 el batería publicó con EMI (como todos sus ex colegas) el álbum 'Profiles', a dúo con Rick Fenn (ya con el grupo 10 CC). Se trata de un álbum preferentemente instrumental, que no desdeña algunas intervenciones vocales: en 'Lie for a lie' canta su amigo Dave Gilmour. Mientras tanto Pink Floyd habían dejado de existir, a causa de la imposibilidad para convivir del talento egocéntrico y autoritario de Waters con la veleidad expresiva del dúo Gilmour-Mason.

El asunto terminó en los tribunales, con las dos partes determinadas a reivindicar los derechos de paternidad sobre la prestigiosa marca Pink Floyd. Parecían los últimos estertores de las vicisitudes del glorioso grupo: 1986 fue un año de total interrupción productiva. Pero en el año siguiente sucedieron muchas cosas, desarrollándose nuevas e inesperadas situaciones. En enero Roger Waters ofreció un avance de su nuevo camino creativo estrenándose con su Bleeding Heart Band en la banda sonora 'When the wind blows', publicada por Virgin. Waters y su grupo ocuparon toda una cara del álbum con una suite, mientras que la otra se sirvió de las heterogéneas aportaciones de Phil Collins, Paul Hardcastle y David Bowie. Pero el plato fuerte del grupo "de corazón sangrante" llegó en verano bajo la forma de un enésimo "álbum-concepto", 'Radio Kaos', cuarta cita de la interminable saga de Roger Waters. Mientras tanto, una vez ganada la batalla legal contra el tránsfuga, Mason y Gilmour prepararon el gran regreso bajo la insignia de Pink Floyd. Para añadir pimienta a la polémica los dos álbumes salieron en un corto período de tiempo, así que resultó difícil resistirse a la tentación de hacer comparaciones. Después de los Pink Floyd de Barrett y de los de Waters, era, pues, la hora de los Pink Floyd de David Gilmour: el flamante álbum, emblemáticamente titulado 'A momentary lapse of reason' ("Una pérdida momentánea de la razón"), ofrece largas suites instrumentales atravesadas por las notas punzantes de su guitarra y por baladas dóciles interpretadas por su inconfundible voz.

Lo que parece fallar en el disco es la claridad proyectiva, la unidad de intentos que el liderazgo de Waters era capaz de asegurar. En el álbum, esfuerzo productivo de notable entidad coordinado por Gilmour y Bob Ezrin, también participó Wright. El teclista se volvió a unir oficialmente al grupo con ocasión de la gira americana inciada en Ottawa el 9 de septiembre de 1987 (el álbum había salido en todo el mundo el 7 de septiembre). El resto es historia: la gira europea iniciada el 10 de junio de 1988 en Nantes, Francia, recorrió Holanda, Austria y Alemania. En los conciertos se dieron cita espectadores de todas las edades, desde los cuarentones románticos hasta los jovencísimos aficionados a la electrónica y a los efectos especiales, que saben poco a nada del pasado del grupo. Los periódicos se han referido ampliamente a las particularidades de las maravillas tecnológicas prodigadas a manos llenas por el trío: desde la enorme pantalla de alta definición situada a espaldas del grupo, los coloreados ramilletes de rayos láser hasta los sofisticadísimos equipos de luces dirigidos por ordenador; desde una multitud de objetos voladores (un pájaro enorme, un cerdo de ojos fosforescentes e incluso una gigantesca cama metálica, parecida a las que salen en la portada del disco) hasta fuegos artificiales. Sin olvidar, naturalmente, la potencia y la precisión de la instalación cuadrafónica, capaz de reproducir fielmente en cada punto del estadio el sonido desarrollado por un grupo agrandado con cinco instrumentistas de apoyo (Jon Carin en los teclados, Tim Renwick a la guitarra, Guy Prattal bajo, Gary Wallis en las percusiones y Scott Page al saxo) y tres coristas (Margret Taylor, Rachel Fury y Durga Me Broom). Cuarenta y cinco camiones para transportar el equipo y un escenario construido por el diseñador inglés Paul Staples (sólo el proscenio medía 26 metros de altura y 30 de largo): más que un concierto, una Disneylandia eléctrica. La aventura continúa. Finalizada la gira europea en Manchester, el 8 de agosto, el grupo vuelve a partir, tras unas breves vacaciones, hacia una nueva gira por USA. Precisamente de Estados Unidos llega la noticia referente al vídeo de larga duración titulado Pink Floyd Live: se trata de un documento filmado en Versalles y durante el concierto ofrecido en 1987 en Atlanta, Georgia, durante el "Momentary lapse of reason tour".

En noviembre de 1988 apareció el doble álbum 'Delicate sound of thunder'. Es la grabación con sistema digital de lo mejor ofrecido por Pink durante su reciente gira. Por primera vez se pueden escuchar, al lado de temas extraídos de 'A momentary lapse of reason', temas históricos del grupo sacados de 'Meddle', 'The dark side of the moon', 'Wish you were here' y 'The wall'. Los astronautas rusos de la Soyuz 7, que partieron el 26 de noviembre de 1988 de Bajkonur, expresaron su deseo de tener las cintas del nuevo disco en directo de Pink Floyd. David Gilmour declara: "Obviamente tengo que decir que estamos orgullosos al pensar que somos el primer grupo rock en entrar en el espacio. He sabido además que nuestro álbum será enviado a Ios tripulantes de la estación espacial Mir". El sueño psicodélico de Pink Floyd, que partió del underground, llega de manera extraordinaria al espacio infinito. Después de más de veinte años de carrera, Pink Floyd es una institución del rock que, consciente de su importancia historica y del enorme seguimiento de que goza en todo el mundo, no parece tener intenciones de abdicar. La banda parece estar preparada para abordar los años noventa, sobre la base de una reputacion de seriedad y meticulosidad profesional, que tiene pocos equivalentes en el mundo de la música ligera.

Pink Floyd En El Cine:
A excepción de los grupos experimentales alemanes como Can y Popol Vuh, que se hicieron un nombre a comienzos de sus carreras trabajando en bandas sonoras cinematográficas, Pink Floyd es el grupo que más se ha esforzado, al menos en Europa, para unir lenguajes diferentes como la música rock y el cine. Las tres bandas procedían de un ambiente similar, influido por la vanguardia y por el uso de drogas. Can trabajaron con Jerzy Skolimowsky para 'Deep end', y pusieron música a 'Alicia en las ciudades', de Wim Wenders; Popol Vuh se convirtieron en acompañantes inseparables de Werner Herzog, componiendo la música de películas como 'Fitzcarraldo'; finalmente, Pink Floyd trabajaron con Barbet Schroeder, realizaron la película-concierto 'Live at Pompei' y se consagraron con 'The wall', de Alan Parker (director de 'El expreso de medianoche' y 'Birdy'). Barbet Schroeder, nacido en Teherán, había vagado mucho tiempo por América y Europa uniéndose a comunidades nómadas de hippies. Instalado en París en los primeros años sesenta, trabajó como escritor, promotor y crítico de jazz, antes de aprovechar la importante oportunidad de ayudar a Jean-Luc Godard en el rodaje de 'Los carabineros' en 1963. Después de un cierto número de películas menores y autoproducidas, Schroeder realizó 'More' en 1968. El rodaje de la película, una historia de amor y de dependencia de las drogas ambientada en París e Ibiza, se inició antes de los tumultos del mayo francés, pero inevitablemente terminó por teñirse de la atmósfera de la época. Tanto la película como la banda sonora que la acompañaba (ambas distribuidas en 1969) fueron bien acogidas en el ambiente hippie e intelectual. Los temas compuestos por Pink Floyd para la ocasión, a pesar de resentirse por los límites impuestos por su función de interpretación de las imágenes, estaban bastante cerca de la "filosofía sonora" que había empapado 'A saucerful of secrets', a base de psicodelia y efectos electrónicos.

Un año más tarde, antes de la comprometida realización de 'Atom heart mother', el grupo creó una contribución análoga, aunque más fragmentaria, para 'Zabriskie Point', de Michelangelo Antonioni, otra película impregnada por los anhelos de libertad de la época. No satisfechos de su relación artística con el director italiano, que había utilizado sólo algunos fragmentos del material compuesto por ellos -la clásica 'Careful...', con el nuevo título de 'Come in number 51, your time is up', subrayaba la escena de la explosión de la villa en medio del desierto-, Pink Floyd volvieron a colaborar, algunos años después, con Schroeder. Éste acababa de volver de un viaje por el Pacífico Sur, donde había rodado un documental sobre los indígenas de Papua. El director tuvo la idea de narrar una historia cuyos protagonistas -un grupo de hippies anglofranceses "en busca de la verdad"- entraban en contacto con la civilización local. La película se tituló 'La vailée' y, en su estreno en 1972, fue señalada por la revista Time Out como "un viaje al centro de un cliché". La película, sin embargo, contaba con la espléndida fotografía de Néstor Almendros, y la banda sonora incluía las músicas más elegiacas y románticas que el grupo jamás había escrito (y esto explica el éxito, aunque el disco carecía, a ratos, de inspiración y de convicción). Ciertamente, Schroder no era Herzog, y Pink Floyd, como compositores de bandas sonoras, no eran tan dotados como el colaborador del director alemán, Florian Fricke: era la sugestiva ambientación exótica la que sostenía la película. A continuación tomaron caminos separados, y mientras Pink Floyd conquistaban un éxito de masas Schroeder desaparecía en los meandros de la industria cinematográfica francesa, reapareciendo en 1976 con la discutida 'Maitresse'.

Su última realización, 'Barfly, extraída de una novela de Charles Bukowski e interpretada por Mickey Rourke y Faye Dunaway, se estrenó en 1987. En 1973 se distribuyó la primera verdadera película de Pink Floyd, 'Live at Pompei'. La película, dirigida por el alemán Adrian Maber, se basaba en una actuación realizada en un anfiteatro romano de Pompeya completamente vacío. La película restituía perfectamente la calidad onírica e hipnótica de sus primeros temas, como 'A saucerful of secrets' y 'Set the controls for the heart of the sun', alternando los planos del grupo en acción con secuencias en las que la cámara, con frecuencia utilizada con filtros de colores, deambulaba por las ruinas. No faltaban entrevistas a los miembros de la banda, recluida en estudio por la grabación de 'Dark side of the moon'. 'Live at Pompei', no se alejaba mucho, en su concepción, de las típicas películas documentales sobre grupos de rock. 'The Wall', su siguiente película, estrenada nueve años después, sería, por el contrario, un proyecto bastante más complejo y ambicioso. La película, dirigida por Alan Parker e interpretada por Bob Geldof, era sustancialmente la adaptación cinematográfica de su espectáculo en directo basado en la obra homónima. Si ya el show cargaba demasiado las tintas sobre los efectos dramáticos y sobre la teatralidad de la representación, la película no hizo más que intensificar estos hábitos, recalcando el mensaje y el lenguaje expresivo. Los enormes costes de producción, los problemas referentes al equipamiento de la escenografía y los conflictos personales hicieron de la película una obra de laboriosa gestación. Sobre este último aspecto, en particular, se recreaban las noticias publicadas por la prensa: más allá de los aspectos escandalosos, es indudable que la película quedó marcada por el delicado equilibrio instaurado entre Waters y los otros protagonistas, como Bob Geldof, el director Parker y el animador Gerald Scarfe. La idea de base de Waters era crear una obra polifacética que fuera más allá, no sólo en términos espectaculares, de lo que The Who habían expresado en Tommy. Pero su error fue no valorar suficientemente los límites creativos, financieros y logísticos del proyecto. No faltan las anécdotas sobre las peripecias sufridas durante el rodaje: por ejemplo, el grupo fue obligado a repetir una actuación en el imponente estadio de Earl's Court, para así permitir a Parker volver a rodar la secuencia en vivo, considerada insatisfactoria, de la construcción del muro. Igual que había ocurrido con el doble álbum, también la película levantó reacciones críticas opuestas.

Los grandes periódicos aplaudieron en voz alta el estreno de 'The wall', conquistados por su espectacular trabajo escenográfico; otros titulares, por el contrario, criticaron su misantropía y su ideología discutible, volviendo a evocar las polémicas y las reacciones negativas que habían acompañado a las primeras citas de la gira. La película dio mucho que hablar y fue acogida con gran fervor por la fiel tropa de sus fans. A pesar de que 'The wall' no era la cumbre de su producción cinematográfica, otra vez el público y la taquilla dieron la razón a Pink Floyd.

Pagina Oficial:
http://www.pinkfloyd.co.uk/