febrero 13, 2016

Mecano


Hoy por hoy, ¿a quién narices le importa la música en este país? Al contrario que en otras culturas, en las que la tradición y el arraigo de esta son perceptibles en una mayor presencia social a todos los niveles, aquí no sólo existe una general despreocupación absoluta, sino que la atrofia auditiva ha llegado a unos niveles alarmantes. Igual que no es posible paladear un buen caldo tinto, un café expresso tras henchirse, o relamerse con una fresquita y bien espumosa cerveza sin un entrenamiento previo, se hace harto complicado lo propio con otro de los mayores placeres de la vida, como es la música (aunque claro está, igual esta sensación es, como la de todos los vicios, tan sólo apreciable por sus adictos). Sea como fuere, uno ha de haberlo mamado o tener una voluntad surgida desde la curiosidad y el apasionamiento. Por hacer un paralelismo con un país que no es que esté viviendo precisamente sus mejores días musicalmente hablando (el Reino Unido), si sus peleles musicales en la prensa rosa son Amy Winehouse y Pete Doherty; si sus dinosaurios -como Morrisey o Siousxie- siguen estando en el candelero (y en buena forma, ofreciendo conciertos multitudinarios). ¿Qué es lo que falla aquí para que ese puesto lo ocupasen hasta hace bien poco Tamara y Leonardo Dantés? ¿Para que nadie conozca a Fernando Márquez o a Carlos Berlanga? No es mi intención intentar diseccionar las causas. Pero todo esto viene a cuento de que no hace tanto tiempo el espectro comercial estaba conformado por grupos como Los Secretos, Duncan Dhu o el que aquí nos ocupa, Mecano.

Coetáneos a La Movida, difícilmente pueden ser englobados dentro de ella, ni siquiera desde sus inicios más new romantic. Ni frecuentaban los mismos ambientes, ni siguieron la vía Garrido-Ordovás para abrirse paso, ni el grupo gozó de la simpatía entre este sector, considerados excesivamente comerciales. José María, el mayor de los Cano, había empezado tocando la guitarra e interpretando sus propios temas rollo cantautor. Por otro lado, Nacho Cano formaba parte a la guitarra de un grupo sinfónico llamado Prisma, en el cual también militaba Toti Árboles y Eduardo Benavente. La historia no llega a funcionar y es así cómo se une a su hermano en la aventura musical que acababa de iniciar junto a Ana Torroja, una chica que había conocido en la Universidad. Estamos en 1979. Al año siguiente, el grupo aparece en el concurso de televisión Gente Joven bajo el nombre de José María Cano y Amigos, con Ana y Nacho en los coros, interpretando los temas “¿Qué haces tú en el mundo?” y “Al alba” de Luis Eduardo Aute. Poco a poco comienzan a dar pequeños conciertos y es en ese ambiente que conocen a Miguel Ángel Arenas, Capi, quien les consigue un contrato con CBS, no sin antes hacer un cambio fundamental en el grupo al situar a Ana Torroja como voz principal.

A pesar del contrato firmado, el sello no confía demasiado en ellos, pues ya se habían pegado el tortazo con otros proyectos igualmente interesantes como Sissi, Trastos o Greta. Sin embargo, tras grabar su primera maqueta promocional, que la banda distribuye vía cien copias pagadas de su propio bolsillo por las distintas emisoras de radio, “Hoy no me puedo levantar” se convierte rápidamente en todo un hit. Gracias a su buena acogida, y, ya sí, con toda la maquinaria de CBS volcada en la promoción, la editan en un primer sencillo el 22 de junio de 1981, con “Quiero vivir en la ciudad” en la Cara B. El single, que contó con los arreglos de Luis Cobos, logra vender nada menos que 35.000 ejemplares, por lo que, ante el éxito cosechado, CBS decide publicar el primer album del grupo, “Mecano” (CBS, 1982), no sin antes haber medido de nuevo el pulso con otro singleque, aun sin generar el mismo éxito que el anterior, no debió de producir malas sensaciones cuando les dieron cuatrocientas horas de estudio en Londres y un presupuesto cercano al millón de pesetas de la época. Por si todo esto fuera poco, la presentación se llevaría a cabo en el Hotel Palace de Madrid, con presencia al completo de los medios y numerosos invitados, como el mismísimo alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván. Al grano: 100.000 copias vendidas en tan solo tres meses. Un gran éxito que incluso llevaría a la compañía a probar suerte (sin demasiada aún) en el mercado anglosajón, grabando para ello “Me colé en una fiesta” en inglés ("The uninvited guest"). No pasó nada de momento más allá de nuestras fronteras (la versión era malísima, de todos modos). De puertas hacia dentro en las noticias se anunciaba el fallecimiento de la vocalista de Mecano. La conmoción fue mayúscula, sobre todo para la protagonista, que se hallaba casualmente viendo la televisión cuando se difundió la noticia. Mecano era ya un fenómeno social.

El siguiente paso consistió en preparar el directo, ya que nunca antes habían tocado cara al público. Como músicos de refuerzo fichan al batería Javier de Juan y al bajista Manolo Aguilar, que ya habían colaborado con ellos en el LP. El concierto-presentación tuvo lugar en diciembre del 82 en el Palacio de los Deportes de Madrid, con un despliegue de medios espectacular y lleno total. El satén rosa de Ana esa noche anticiparía lo que sería el segundo LP del grupo: ¿Dónde Está el País de las Hadas? (CBS, 1983). Publicado el 30 de mayo de 1983, el largo tiene una acogida mucho más discreta que su predecesor, aunque consigue vender la nada desdeñable cantidad de 300.000 copias. Lo cierto es que el disco contiene unos cuantos buenos temas, pero también algunos mucho menos elaborados quizás fruto de las presiones discográficas. Sin embargo, se potencia sustancialmente el directo y se pasan el verano en la carretera de un lado para otro.

El tercer trabajo de la banda "Ya Viene el Sol" (CBS, 1984), sigue la estela de su antecesor: descenso acuciado en las ventas, y buenos temas sueltos, pero conjunto liviano; eso si, con propósito de enmieda, como se vería más adelante. El relativo poco éxito (se vendieron 100.000 copias) provoca que la discográfica intente fallidamente reducir la formación a dúo (Nacho y Ana) y realzar las ventas con la publicación de “En Concierto” (CBS, 1985), un recopilatorio con temas grabados en directo durante ese año y el anterior. En el disco colaboran Warren Cann, baterista de Ultravox, y el teclista Hans Zimmer. Aún así, Mecano es una fruta apetecible, y, aun sin quedar nunca claro del todo, la cantidad en concepto por la compra de los derechos por parte de Ariola se rumoreó tan desorbitada que casi nadie apostaba que en tres discos, que era la duración del contrato, se pudiera amortizar. Y vaya si se hizo.

"Entre el Cielo y el Suelo" (BMG / Ariola, 1986) sobrepasó el millón de copias vendidas, dotando al grupo de proyección internacional, sobre todo en Francia y en Italia. Aparcado todo resquicio new romantic que se pudiera tener, se vira hacia un popcomercial, suave, inteligente y mejor interpretado, del que mucha culpa tiene José María Cano, hasta el momento relegado a un segundo plano en detrimento de su hermano. “Entre el Cielo y el Suelo” consigue ganarse por fin a la crítica especializada, en un proceso inverso al que en su día había experimentado Dinarama. Si partiendo del indie habían logrado invadir las emisoras comerciales, Mecano había hecho lo propio con las especializadas desde el mainstream. Curiosa la forma de CBS de intentar contrarrestar el éxito de la formación, lanzando “Lo Último de Mecano”(CBS, 1986) ese mismo año, un refrito de Caras B y versiones en directo.

Afianzado el éxito de Mecano, el menor de los Cano comienza a desarrollar otras actividades musicales en paralelo, como ya había iniciado al colaborar en la banda sonora de “Sal Gorda” (1984) de Fernando Trueba. Así, compone un tema para Rubi, "Me he enamorado de un fan", e inicia su carrera como productor con el grupo valenciano Betty Troupe. Pero de entre otros trabajos en bandas como Magenta o Álex y Christina, su mayor logro en esta otra faceta sería la de producir junto a Rafael Abitbol, en una compañía que crearon expresamente para ello, el primer disco de La Unión.

"Descanso Dominical" (BMG / Ariola, 1988), supone el punto cúlmen de la banda. Un éxito mayor batiendo récords de ventas, con 1.300.000 copias vendidas sólo en España. Como curiosidad añadir que en el videoclip de “La fuerza del destino” debutaba como actriz Penélope Cruz, pareja sentimental tiempo después de Nacho. El éxito de estos dos últimos trabajos lleva al grupo a publicar sendas versiones en francés e italiano, con éxito notable. También en Sudamérica. Realmente el disco se edita hasta en Arabia Saudí. Tras dos giras multitudinarias, se cierra el tour en la discoteca Palladium de Nueva York ante 3.000 personas. Haymecanomanía. Todas las familias escuchan el cassette en el coche y TVE les dedica un reportaje en Informe Semanal. No es paras menos: entre 1987 y 1992, el grupo vendería siete millones de álbumes fuera de España.

Aprovechando el gran tirón comercial del grupo, CBS, su anterior discográfica, publica el álbum doble “20 Grandes Canciones” (CBS, 1989), un nuevo recopilatorio al que sumar a la larga lista. Algo que debió saber de poco a los fans de la banda, que esperaban enfervorizados el regreso de la banda con trabajos nuevos.

No sería hasta 1991 que vería la luz el que sería su último trabajo, “Aidalai” (BMG / Ariola, 1991). En mitad de la multitudinaria gira de rigor, el grupo decide tomarse un respiro, inicialmente de tres años. Ana Torroja contrae una laringitis crónica, por lo que se pospone el concierto de Valladolid, siendo este el último que dieron. A partir de aquí, la rumorología insiste en el enfrentamiento entre los dos hermanos (por lucha de egos, por supuesto triángulo amoroso...). "Paramos por cansancio de todos, pero en particular de Ana. No acabamos mal, sino hartos”, declararía Nacho años más tarde. En noviembre de 2006, José María Cano revelaría que la razón que le llevó a abandonar el grupo fue el diagnóstico que se le hizo a su hijo, de dos años de edad, del síndrome de Asperger, situación que en aquel momento decidió no hacer pública para no otorgar de dimensión mediática al problema.

Tras la disolución del grupo, sus tres miembros continuaron con sus respectivas carreras en solitario, sin lograr, ni por asomo, los mismos resultados, tanto en ventas como en calidad de las composiciones. En lo que respecta al Mecano post-separación, sus discos han sido reeditados de todas las formas posibles (y más tras la fusión de BMG / Ariola y Sony, antigua CBS), y las ventas siempre han respondido. De hecho, entre 2005 y 2006 se venden nada más y nada menos que un millón de copias, lo que incita a la banda, aprovechando el vigésimoquinto aniversario de la salida de su primer sencillo, la reunión. Reunión que se consuma en forma de “Ana|Jose|Nacho” (BMG, 1998), un doble disco recopilatorio que incluía siete canciones inéditas, muy por debajo del nivel esperado. Lo cierto es que el disco no debió de funcionar como a priori se preveía, pues no hubo siquiera gira de presentación, y a finales de ese mismo año, en la gala de entrega de los premios Premios Amigo 98, José María anuncia su salida definitiva del grupo, noticia que sorprendió al resto de integrantes de la banda.

A comienzos de 2005, llega de la mano de Nacho el musical Hoy no me Puedo Levantar de Mecano, en el Teatro Movistar de la Gran Vía madrileña, con un éxito excelso que le lleva a permancer durante tres años en escena. Este musical es también llevado con gran aceptación a Ciudad de México.