Largo camino han hecho los Jackson desde que eran unos simples cantantes de los bares de Gary, en Indiana. Musicalmente, el mejor período de la familia fue, ciertamente, el primero, en la Motown, y lo mejor de cuanto hicieron está hoy disponible en un doble álbum titulado Jackson 5 anthollogy , que recorre toda la carrera de los hermanos hasta 1975. Tras una larga gestación, en 1979 ocurre algo muy esperado: Michael Jackson entra en los estudios de grabación sin sus hermanos y, bajo el ala protectora de Quincy Jones, realiza su primer álbum en solitario. Lo primero que hacen es crear una nueva imagen para Michael, o sea, transformarlo de niño prodigio y objeto de curiosidad en un maduro showman. Cambian sus ropas vistosas por un formalísimo smoking que el joven viste de una forma quizás un poco desaliñada. Poco después, Michael descubrirá la moda italiana y se hará enviar montones de chaquetas de piel firmadas por Armani, quien será su modisto preferido. También su música necesita algunas variaciones respecto a The Jackson 5. El sonido Motown ya no está muy de moda, y las intensas temporadas de la música disco han quemado a más de un ritmo bailable. También están pasados el charleston, tan en boga con 'Fiebre de Sábado noche', y las pesadas orquestaciones del corpulento Barry White. Así que el objetivo de Quincy Jones se centra en el funky. El funky es cautivador e insolente, con ritmos enloquecidos, repetitivos, obsesivos. Su maestro es James Brown, quien ya había arrasado en los escenarios de medio mundo con su 'Sex machine'. Así revitalizan su credo, aunque con un poquito más de elegancia para no desencantar a nadie. Se baila con mayor agresividad y flexibilidad, los movimientos se hacen más bruscos y los pasos a lo John Travolta quedan «archivados».
El disco 'Off the wall' se inicia con una composición del propio Michael Jackson que se convertirá muy pronto en una de las piedras angulares del género. 'Don't stop 'till you get enough' es una explosión de energía con un ritmo excitante, apuntalado por una guitarra repetitiva y percusiones al estilo suramericano. Precisamente, del ritmo de este tema nacerá una nueva moda, y el propio Michael Jackson pagará un tributo a este descubrimiento en su segundo álbum con un tema titulado 'Wanna be startin' something', descendiente directo de 'Don't stop 'till you get enough'. Pero 'Off the Wall' no brilla sólo por la luz de un tema, sino que contiene otros que pasan de las atmósferas refinadas de 'Rock with you', al funk epidérmico de 'Get on the floor' (este último es un verdadero himno al baile, con fuertes influencias de Earth, Wind & Fire); la frenética 'Working day and night', con guitarra «wah wah» tocada por Phil Upchurch, 'Burn the disco out', y el tema que da título al álbum, ofrecen un adecuado número de minutos de desenfreno, mientras que los momentos de relax están en algunos temas lentos, entre ellos 'I can't help it', compuesto junto al gran Stevie Wonder. Si esta colaboración con Stevie Wonder fue esporádica, con este álbum se inicia en cambio una larga y fructuosa relación con Paul MacCartney. La canción compuesta por McCartney y Jackson, 'Girlfriend', es el punto más bajo de todo el álbum. A pesar de ello, el mercado responde con entusiasmo al trabajo de Michael Jackson.
Una larga lista de nombres famosos figuran entre los artífices de este álbum: el batería Paulinho da Costa, los guitarristas Phil Upchurch y Johnny Guitar «Wah Wah» Watson, y los teclistas George Duke y Steve Porcaro, de Toto. Tras el éxito de 'Off the wall', comienza una gira que reúne a toda la familia Jackson, desmintiendo los rumores que empezaban a circular sobre su separación. Con la entrada de 1982 aparece el nuevo álbum en solitario de Michael, 'Thriller', cuya portada nos muestra a un elegante Michael Jackson vestido de blanco y con un nuevo peinado que pronto será una de sus características. Quincy Jones vuelve a producir el álbum, aunque renovando las colaboraciones anteriores: desde el principio se advierte la voluntad de cambiar de ruta y ofrecer un producto que estuviera en consonancia con el paso del tiempo. De todos modos, el tema inicial 'Wanna be startin' something' es descendiente directo de 'Don't stop 'till you get enough', pero rimada al son del computer-synt que domina el tema. En la letra, Michael descubre su nueva vena polémica, que alcanzará su punto álgido en Billie Jean, completando además, también a nivel poético, el lento proceso de maduración iniciado con 'Off the wall'. El siguiente tema, 'Baby be mine', firmado por Rod Temperton, cuenta con la participación de algunos grandes músicos, como el batería Leon «Ndugu» Chancler, quien había tocado en grupos como Santana y Weather Report.
Tras 'Baby be mine', viene 'The girl is mine', en la que Michael Jackson y Paul McCartney se disputan el amor de una chica fantasmal, y 'Thriller'. Este último, firmado por Temperton, da título al álbum y es uno de los temas clave del disco, una larga pesadilla de duración cercana a los seis minutos que será acompañada por un cortometraje de gran efecto. La segunda cara se abre con 'Beat it', la historia de un chico miembro de una banda de pequeños delincuentes que está a punto de afrontar la batalla decisiva. La inspiración cinematográfica, también en este caso es notoria: comienza haciendo alusión al tema de West Side Stoty y a Los guerreros de la noche, para llegar a las más recientes Los chicos de la calle cincúenta y seis o Rurnblefish. Michael canta: «Estamos jugando con nuestras vidas; no es cuestión de honor ni de desafío, pero queremos ser duros, no importa quién tiene razón y quién se equivoca». Con este tema entra en el campo del rock más tradicional, pero el azote de maldad es aportado por el hiriente solo de uno de los guitarristas más originales del mundo hard: Eddie Van Halen. Su intervención es breve pero incisiva, y da más fuerza a la parte instrumental de la canción. De esta forma, Michael Jackson traspasa las fronteras de la soul music para internarse en territorios inexplorados por músicos de color. 'Billie Jean', otra canción fuerte del álbum, invade las discotecas de medio mundo. Como single vende toneladas de copias, convirtiéndose en uno de los temas más escuchados en la historia de la música ligera. Por lo demás, el álbum supera con mucho todas las previsiones de calidad y de ventas, que llegan a los veintiséis millones de copias.
Viernes 27 de enero de 1984: una fecha que los fans de Michael Jackson difícilmente podrán olvidar. El superdivo ingresa en un hospital a causa de un accidente ocurrido durante las pruebas para un anuncio de Pepsi-Cola. La noticia corre como un reguero de pólvora y los fans asedian la clínica en busca de noticias. El esperado comunicado oficial llega unas horas después: un petardo ha explotado sobre la cabeza de Michael Jackson produciéndole leves quemaduras, pero su vida no corre peligro. Sus abogados entran en acción reclamando treinta y seis mil millones por daños a los estudios de grabación. La crónica hospitalaria no tiene nada de particutár: dos días de reclusión absoluta y el posterior traslado a su domicilio. La enfermera del hospital declaró que el artista estuvo quejándose de dolores toda la noche: «Gritaba y deliraba, y cuando corría a su habitación para socorrerle, le encontraba con los ojos desorbitados de terror». Las declaraciones que Michael hizo pocos días después contribuyeron a aclarar los hechos: «Habíamos llegado al fin del rodaje. Mientras yo descendía por una escalera estaban previstas dos explosiones en el escenario, cosa muy común en los teatros y los conciertos. De pronto sentí un intenso calor en la nuca y por un instante pensé que eran las luces. Pero luego sentí un gran dolor, como si alguien me estuviera apagando un cigarrillo en la nuca. Algunos de mis hermanos corrieron hacia mí y en aquel momento advertí que mis cabellos estaban ardiendo. Me sobrecogió el espanto. Luego recuerdo la carrera al hospital, los médicos rodeándome y un gran cansancio. Mi médico particular me había aconsejado que intentara tomarme algunos días de reposo. Me insistía en ello desde hacia meses y, una vez en el hospital, me suministró un fuerte calmante. Dormí durante un par de días y luego me trasladaron a casa».
Sufliera o no, lo importante es que, sea como fuere, Michael está de vuelta en el escenario dispuesto a iniciar una gigantesca gira con el patrocinio de Pepsi-Cola, que desembolsa diecisiete mil millones por llevar su nombre ligado al nuevo ídolo de las masas. Tras el incidente, que luego servirá de propulsor en las ventas de 'Thriller', el artista se compromete en nuevos proyectos. El primero, que se incubaba desde hacía años, era el de su reunificación artística con sus hermanos: antes de lanzar un disco, hacen una gira de conciertos que les redescubre, muchos años después de los felices días de The Jackson 5, el placer de cantar y actuar juntos. Seguramente quería echar una mano a sus hermanos, que en sus carreras en solitario nunca han obtenido, grandes resultados (ni en calidad ni en éxitos). Sin embargo, es verdad que todo el mecanismo de organización, muy imponente pero también muy abultado, nunca acabó de funcionar. Michael vuelve al mercado en la primavera de 1984 con el álbum 'Victory' cuando todavía no se había apagado el incendio provocado por 'Thriller'. Naturalmente, en este nuevo disco Michael no es el protagonista absoluto, compartiendo el papel de líder con sus hermanos Marlon, Tito, Jackie, Jermaine y Randy.
Tanta (aparente) concordia se traduce en un disco, 'Victory', con muchas canciones bonitas, arreglos precisos e invitados prestigiosos, pero que no despierta gran interes en el público, al menos no tanto como la familia Jackson y su equipo esperaban. De todos modos, la gran promoción de la que fue objeto tuvo el curioso resultado de llevar al álbum 'Thriller' a la cabeza de las listas. El proyecto de 'Victory' no se limita solamente a un disco, sino que comprende también una importante gira americana que será la despedida definitiva del «grupo Jackson»: las tensiones acumuladas, los desacuerdos y las envidias estallan en una serie de litigios y de problemas que comprometen el éxito de la gira. En 1985, adquiere por la cifra récord de cuarenta millones de dolares, todo el catalogo editorial de las canciones de The Beatles, fuente continua de dinero e incluso de prestigio el todo el sector de la musica. Naturalmente, con tanto dinero a su disposicion se puede permitir algunas extravagancias fuera del alcance de la mayor prte de la gente, como por ejemplo, comprar el esqueleto de John Merrick, el hombre elefante nacido en el siglo anterior con tremendas deformaciones, o adquirir un considerable numero de botellas de agua mineral para poder bañarse en un agua rica en aquellos gases naturales que él cree utiles para la belleza de su piel.
Aquí se abre un nuevo capítulo de la compleja personalidad de este artista. Una vez exclamó: «Quiero vivir hasta los 150 años», y poco después empezó a actuar en consecuencia. Así, entre la gira de 'Victory' y la grabación de su próximo álbum, 'Bad', los medios de información se entretienen con sus obsesiones por la salud. Algunos periódicos, por ejemplo, publican en sus portadas alguna foto en la que Michael aparece durmiendo dentro de una cámara de oxígeno; otros confrontan algunas fotos retrospectivas del artista con otras más actuales y ponen en evidencia las transformaciones debidas a algunas intervenciones de cirugía facial. De estas trasformaciones, la más polémica es, seguramente, la relativa al color de su piel, que el artista quiso aclarar. En 1985 tiene lugar el gran acontecimiento de 'We are the world', la canción compuesta por Michael Jackson y Lionel Richie e interpretada por un coro formado por estrellas de primera fila del rock americano: Diana Ross, Bruce Springsteen, Willie Nelson, Cyndi Lauper, Bob Dylan, Stevie Wonder, Ray Charles y tantos otros. Jackson se siente feliz de participar en el evento: se informa, ve muchos documentales realizados en Etiopía e incluso él mismo da generosas cantidades para contribuir en la lucha contra el hambre en África. 'We are the world' se convierte en un éxito mundial: la importancia y la popularidad de los artistas que participan en él es tal que el mensaje de paz y solidaridad (unido a la belleza de la canción) obtiene el éxito en todo el mundo, y, aunque Jackson no participa en el «Live Aid» (13 de julio de 1985), su mano y su voz están presentes y el público no lo olvida.
En este período el principal interés de Michael Jackson es el cine. Repetidamente se encuentra con algunos productores de Hollywood para analizar la posibilidad de realizar un largometraje basado en 'Thriller'. Sin embargo, el proyecto no llega a materializarse. Si no como protagonista en la pantalla, sí que aparece como un asiduo espectador en la sala de proyecciones de la villa de Encino (35 localidades, tecnología de vanguardia), a la que acude con ocasión de algunos estrenos (a menudo benéficos) flanqueado por actrices como Sofía Loren y Katherine Hepburn. En este período uno de sus amigos y confidentes más íntimos es Steven Spielberg, el director de E.T y Encuentros en la tercera fase, otro artista que en su propio trabajo intenta reproducir las inquietudes y las turbaciones del mundo de los niños. Con Steven, Michael baraja la posibilidad de interpretar a Peter Pan, pero tampoco esta idea llega a realizarse. Sin embargo, llega a buen puerto otra producción: la película 'Captain Eo', dirigida por Francis Ford Coppola y proyectada en circuito cerrado en Disneylandia. ¿Ilusiones? Quizá, pero Michael Jackson siempre ha demostrado que cree hasta el final en sus propios sueños.
En este período también atraviesa una fase difícil en sus relaciones con su entorno. En el verano de 1986 ni siquiera acepta la invitación de Diana Ross (su vieja amiga, que en los tiempos de su debut con Jackson 5 le había ayudado mucho) para que asista a su boda: un desaire de ningún modo insignificante. No le va mejor en su encuentro con otro protagonista de la música negra: Prince. Existe en ambos una desconfianza mutua (rivalidad, recelos, presunciones) y el encuentro, organizado por amigos comunes (quizá para ver nacer alguna espectacular colaboración artística), se transforma de inmediato en un carrusel de medias palabras de cortesía envueltas en la frialdad más absoluta. En medio de este clima de tensión se halla también el nuevo trabajo que Jackson está por comenzar, ya que su compañía discográfica quiere un nuevo disco en breve tiempo. 'Thriller', publicado en noviembre de 1982, había alcanzado altísimas cotas de éxito, pero ya era hora de dar paso a un nuevo capítulo. La empresa no es fácil y Michael lo sabe. Orgulloso y esmerado como es, su primer objetivo es el de grabar un disco que consiga batir todos los récords anteriores. En este clima se desarrollan las grabaciones de 'Bad'. Son sentimientos que afectan en primera persona a Jackson, pero en general a todo el equipo que le rodea, desde su manager, Fran Di Leo hasta su arreglista, productor y amigo Quincy Jones. El trabajo se desarrolla entre frecuentes pausas de reflexión, ya que Jackson acentúa la meticulosa precisión con la cual escoge habitualmente los colaboradores, sonidos, palabras, matices para sus canciones. La última de estas pausas es la que bloquea la publicación anunciada para enero de 1987. En este caso es el propio presidente de su compañía discográfica quien presiona para que termine su proceso creativo y entregue el disco para su publicación.
'Bad' saldrá en septiembre de 1987, pero será precedido en julio por un primer single del tema 'I just can't stop loving you', una canción lenta, interpretada por Michael a dúo con la cantante Siedah Garret, de la que se graba la versión en español. La noticia de la publicación es anunciada a bombo y platillo por los medios de comunicación de todo el mundo. Las radios más importantes se disputan la exclusiva y en todos los continentes las vacaciones de millones de fans de Michael Jackson se ven alegradas por esta canción. Pero esto no basta. Al tiempo que se publica el single se anuncian las fechas de una gran gira mundial que le llevará en julio a Japón, a Estados Unidos en otoño y, por último, a Europa en la primavera de 1988. La «Jacksonmanía» cada vez tiene más adeptos y las ventas anticipadas del álbum 'Bad' son altísimas, hasta el punto de que el disco quedaba agotado apenas llegaba a las tiendas. A sus apetencias por la música de Michael, el público también añade deseos de videoclips firmados por Jackson. La película 'Bad', dirigida por Martin Scorsese y con guión del escritor Richard Price, está pensada para satisfacer estas exigencias. Es un clip enérgico, rico en argumento, en baile y en ritmo, que presenta a un Michael Jackson con una nueva imagen. Los conciertos de Michael son espectáculos vivos y vivaces desarrollados siempre sobre la sólida base de su gran profesionalidad y su fantasía: sugerentes, dinámicos, desenvueltos y cautivantes.
El 11 de noviembre de 1988 se presenta a la prensa el vídeo 'Smooth criminal', extraído de la película 'Moonwalker', cuyo estreno está previsto para las Navidades. El vídeo (rodado en un sótano iluminado con luces azules) muestra a Michael en uno de sus bailes más efectivos. La película 'Moonwalker' (para cuya realización la Titanus ha invertido cifras de vértigo) está enteramente centrada en Michael Jackson, el bueno, que lucha contra los maleficios del malvado Mr. Big, interpretado por el actor Joe Pesci. En esta lucha entre el bien y el mal aparecen tres chicos: Brando Adams en el papel de Zeke «Baby Bak» Michael, Kellie Parker en el papel de Katie y Sean Lennon en el papel de Sean...Michael Jackson murio el 25 de junio de 2009 en Los Angeles, California.
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