Los "escorpiones” de Hannover, son, sin duda, la más grandiosa banda de rock surgida en Alemania. Fundado a principios de los setenta por los hermanos Michael y Rudolph Schenker, el grupo debutó en 1972 con 'Action' (compañía Brain), un álbum anómalo en su discografía, en el que mezclan el rock y la música de vanguardia de aquellos años, un debut irregular, pero los momentos en que un jovencísimo Michael Schenker "ataca" con su guitarra son interesantes. Sin embargo, para poder apreciar a los verdaderos Scorpions, es necesario esperar a 1974, año en que se publicó 'FIy to the Rainbow'. Michael Schenker ya no formaba parte del grupo, Phil Mogg lo había fichado para sus U.F.O., y Uli Roth, su sustituto en Scorpions, resultó ser un buen elemento. A pesar de las imitaciones al estilo de Jimi Hendrix, el disco es una obra maestra. Un año después apareció 'In trance', bajo la etiqueta RCA, al igual que el álbum anterior. Con la portada en blanco y negro, el disco posee un nivel más que satisfactorio. La producción se confió a Dieter Dierks, entonces prácticamente desconocido y hoy uno de los más cotizados productores de hard rock.
El ingreso de Herman Rarebell, en 1978, puso fin a la sucesión de baterías, y la compenetración entre Schenker, Roth y el bajista Francis Bucholz experimentó enormes progresos; en el aspecto compositivo, la "sintonía" entre Rudolph Schenker y el cantante Klaus Meine también se consolidó. La canción que da título al álbum, junto a 'Robot man', 'Dark lady' y muchos otros títulos, refleja a unos Scorpions en plena forma, sin duda una de las bandas más agresivas de aquel período. En 1976 publicaron otros dos álbumes: el primero, 'Lonesome crow', es la reedición de 'Action' llevada a cabo por RCA, reedición comercialmente obligada a la luz de su creciente popularidad; el segundo, 'Virgin Killers', confirma su constante ascenso. 'Pictured life', 'Polar nights' y 'Backstage queen' son canciones que brillan con luz propia. El siguiente álbum, 'Taken by force', no alcanza el nivel de sus producciones anteriores: temas como 'Steamrock fever', 'We'll burn the sky' y 'He's a woman she's a man' alternan con otros muy inferiores. Era el momento de ordenar las ideas, así que el grupo decidió tomarse un descanso. La ocasión se presentó tras una serie de conciertos en Japón. Un resumen de estos conciertos, ofrecidos entre el 24 y el 27 de abril en el glorioso Sun Plaza Hall de Tokio, se publicó en disco bajo el título de 'Tokyo tapes'.
Tras su experiencia japonesa, Uli Roth abandonó el grupo para iniciar una carrera en solitario discretamente aceptada por parte de la crítica pero no por el público. Lo sustituyó Mathias Jabs. Desde este momento, la política de Scorpions cambió totalmente de dirección. La tentación de considerar 'Tokyo tapes' como el fin de una etapa se confirmó cuando apareció 'Lovedrive' en 1979. EMI arrebató la banda a RCA, y la jugada se reveló como muy acertada. De los diez temas incluidos en el disco, nueve siguen siendo interpretádos en sus conciertos actualmente, cada uno de ellos es un hit en potencia. Se trata indudablemente de un álbum fundamental para el renacimiento del heavy metal europeo. La contribució de Jabs es enorme: fantasioso, veloz y seguramente más dinamico que Roth; su estilo, es inconfundible. En 'Animal magnetism' (1980) las composiciones se hacen más duras, pero, paralelamente, comienzan a aparecer las baladas que caracterizarán al sonido de la banda en los ochenta. 'Blackout', que apareció dos años después, es otro álbum imprescindible, y los alemanes logran entrar por fin en el Top Ten americano.
En 1984, 'Love at first sting', proyectó una vez más al grupo alemán a la cima de las listas de todo el mundo, gracias en parte a 'Still loving you', quizá la balada rock más escuchada de la década. En este punto editaron un doble álbum en directo que parecía un recurso para enmascarar las tensiones internas, pero que representa la consagración definitiva de un grupo que llevaba quince años en la brecha. Después de una gira de más de un año de duración apareció 'World wide live', un bellísimo album en directo, tan perfecto que hizo surgir dudas sobre la honestidad de su contenido. Estas dudas se revelaron infundadas; los ''escorpiones" en directo son realmente una máquina perfecta. A principios de 1988, cuatro años después de 'Love at first sting', apareció 'Savage amusement'. La paciencia de los fans se vio puesta a prueba. Aparecieron preocupantes noticias en las revistas especializadas. Algunos decían que Meine había perdido la voz (y que en notas más altas cantaba Lee Aaron); para otros la razón de tanta tardanza se debía al abandono del grupo por parte de Dieter Dierks. Pero sólo eran rumores. Las innovaciones en el seno del grupo eran tangibles: cuatro años no podían pasar en vano, especialmente en la escena del hard rock. Así, pues, 'Savage amusement' muestra un grupo más refinado, quizá superproducido, pero sin duda capaz de decir aun muchas cosas.